Fugaz y Boreal, de Sonia Carolina |
Érase que se era,
en un instituto del lugar,
un niño que ansiaba
acabar los estudios sin dudar.
El niño pidió un deseo
a una estrella fugar,
que pasó por el camino
de regreso a su hogar.
Pidió acabar los estudios
y tener diez años más,
pues el niño tenía ganas
de llegar a la universidad.
Al día siguiente se despertó
en un diferente lugar;
curioso se miró al espejo,
y vio que su deseo
se hizo realidad.
Se puso muy contento
al ser mayor ya,
y se vistió muy rápido
para ir a su amado lugar.
Después de un suspenso
no veas cómo lloraba,
pues en su antigua clase
nadie lo superba.
Aquel mal día vio
otra estrella fugaz
y pidió con todas sus fuerzas
volver a la realidad.
De pronto se despertó
¡Vaya sueño más ajetreado!
Corrió a mirarse al espejo
y vio que un sueño
es lo que había pasado.
Ángel Gavilán Ávila
1º ESO B
1º premio poesía categoría C
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