miércoles, 28 de octubre de 2009

NOTICIAS DEL MÁS ALLÁ



Parece mentira que estemos a las puertas de noviembre. En Madrid, al menos, parece que vamos camino de la primavera. A lo mejor es que se han invertido los polos y ahora caminamos hacia el verano austral... El caso es que tenemos la Noche de Difuntos a la vuelta de la esquina y parece que Don Juan invita a cenar, aunque creo que será mejor rechazar educadamente la invitación y conformarnos con verlo por las calles de Alcalá de Henares, como viene sucediendo desde hace 25 años. La cita es el viernes 30 y el sábado 31, en la Huerta del Palacio Arzobispal, a las 19 horas. (Cuando era más joven, tenía cierta manía a este Don Juan de Zorrilla, noblote en el fondo y con un punto de ingenuidad. Prefería al de Tirso: ya puestos a ser malos, pues malos de verdad. Pero lo cierto es que éste tiene una esencia dramática muy poderosa y atractiva, con sus ripios y todo: recuerdo la emoción que le produce a Ana Ozores, La Regenta de Clarín, la contemplación de la obra...)

Me he enterado de que la famosa novela
Drácula, de Bram Stoker, va a tener continuación a cargo de Dacre Stoker, sobrino nieto del famoso autor. Se va a titular El No-muerto (The Un-Dead), y tendrá como protagonista al hijo de Mina y Jonathan Harker, Quincey, 25 años después. ¿Estará a la altura?...

Y, hablando de vampiros, por fin pude ver
Déjame entrar, película premiada en el Festival de Sitges 2008 y en muchísimos festivales más. Está basada en la novela del mismo título, de John Ajvide Lindqvist. El vampirismo en la historia quizá sea lo de menos. Lo de más es la tierna relación que se crea entre dos adolescentes, casi niños, que llevan diariamente la carga del rechazo y la soledad. Bellísima, a pesar de los sobresaltos.


Me he enterado también de que algo huele a podrido en Dinamarca...pero para saber qué es, vamos a tener que esperar a leer Hamlet en las clases de Literatura universal: al parecer, un espectro se pasea por la corte del rey Claudio, y los centinelas, envueltos en niebla y frío, le esperan atenazados por el miedo y la incertidumbre...

El que ya descansa en paz 160 años después es el maestro del terror Edgar Allan Poe, al que hemos recordado este año en el bicentenario de su nacimiento. Hace un par de semanas se han celebrado dos funerales en Baltimore con bastante afluencia de público, porque, al parecer, el que tuvo lugar en el momento de fallecer el escritor pasó bastante desapercibido.

Por último, y esto es del más acá... ¡Hoy este blog cumple un añito! Un año de aprendizaje intenso y de experiencias y descubrimientos maravillosos.

Aprovecho para agradeceder la visita, consciente o inconsciente , por estas páginas, a todos los lectores cañadienses y a los que vienen de más allá del Jarama...

¡Para todos un gran abrazo!

martes, 27 de octubre de 2009

ULISES Y LA LUNA


Todos los hombres yacen dormidos, largo tiempo ha pasado desde que el carro de Helios surcó el cielo arrastrando al solemne Sol fuera de aquellos lares. Todo el mundo ya soñaba. Pero aquella noche, Morfeo no fue bienvenido en todas las casas, pues una persona permanecía todavía despierta: Ulises.

En la proa de su barco surcando el mar se encontraba. Absorto mirando a la bella luna, pensando en su amada Penélope, evocando sus recuerdos de cuando estaba en su alcoba entre sus cálidos brazos.

Pasaban las horas y Ulises seguía mirando aquella circunferencia que alumbraba el cielo en todo su esplendor acompañada por vivaces luces danzarinas que pintaban la mar serena de plata.
En toda esa suma calma, estridente bailarín hizo presencia, Dionisio, que regresaba de machacar flores con su mortero ebrio y deleitoso, el cual pronto advirtió la presencia del infeliz Ulises en la proa admirando a la luna. Baco, brillante malicioso, susurro al oído de la bella Selene, la cual había estado escuchando los lamentos de Ulises, que engañase al descuidado mortal mostrándole la imagen de su mujer reflejada en ella; Selene así lo hizo.

Cuando Ulises vio a su mujer se quedo atónito, Dionisio poniendo voz de fémina le hizo llamar con dulces cantos; era el punto débil de Ulises, habían dado con su talón de Aquiles, Penélope.
La imagen de Penélope en la luna desapareció, Ulises la llamó a gritos despertando así a sus compañeros. Repentinamente, la imagen de su dulce esposa se refractó en el reflejo de Selene en el mar, y Dionisio hizo que Ulises, desde arriba, viese en el agua, en la proa que se había convertido en una terraza, una mesa repleta de exquisiteces. Penélope le llamaba para cenar y Ulises bajó las escaleras hacia el jardín, saltando por la borda.

Los compañeros de Ulises ya despiertos al oír el zambullido fueron corriendo hacia la proa, pero no vieron a nadie. Alarmados, uno pudo avistar en la lejanía un cuerpo flotando. Era Ulises. De inmediato se tiró al agua yendo hacia su rescate, mientras al timón otro daba la vuelta al barco. Dionisio junto a Selene reían a carcajadas al admirar aquella escena tan cómica para ellos. Finalmente, Ulises fue rescatado, recuperado y por fin Morfeo pudo otorgarle con su visita.


Alberto Trijueque Pegalajar 4ºA

lunes, 26 de octubre de 2009

ULISES EN EL MAR

La vuelta de Ulises (Giorgio de Chirico)

Era una noche tranquila, en un mar muy claro y azul.
Ulises, sentado en un pequeño madero que había en proa, observaba las estrellas. El sonido del agua agitándose alarmó a Ulises. Con rapidez, se asomó por la borda y no vio nada; se fue al otro extremo, y tampoco había nada.
Ulises se volvió a sentar, y sacó una pequeña bolsa de víveres.

Volvió a escuchar el chapoteo del agua.
Antes de poder levantarse, un tentáculo enorme se asomó por la borda, y así hasta nueve veces. Todos los compañeros salieron asustados:

-¡Una maldición de los dioses, Ulises! – gritó uno de los hombres, que fue el primero en ser asesinado por el monstruo.

-¡A las armas! – Gritó Ulises.

Cuando los hombres empezaron a atacar al horrible monstruo, cortándole varios de sus miembros, éste gritó de dolor y desapareció al instante.
El silencio se rompía con el ajetreo de las olas y las respiraciones de los marineros y Ulises.

De repente, una luz azul cristalina salió del mar, y todos la miraron estupefactos.
Todo el mundo se quedó mudo al ver al Majestuoso Dios Poseidón, con unas ropas de color verde decoradas con estrellas de mar relucientes y perlas brillantes. Estaba sentado sobre una gran ola que tenía forma de trono.
Empuñaba el tridente de oro sobre la mano derecha, y sobre su cabeza lucía una bella corona.

-¡¡¡ULISES!!! ¡TÚ! La leyenda que viajó al Hades, y ha salido vivo de numerosas trampas. Pero no escaparás de mi ira; por tu culpa, mi hijo Polifemo está ciego.
Pagarás las consecuencias, Ulises. – Y sus palabras retumbaron en el barco como un trueno sobre la Tierra.

Entonces el cielo se volvió negro y las aguas comenzaron a revolverse entre ellas. La ira de Poseidón estaba reflejada en sus ojos. Ulises y sus compañeros se agarraron a lo que podían, pero algunos cayeron al mar y murieron ahogados.
Ulises, al ver que sus compañeros morían ahogados o asesinados por el monstruo del agua, intentó hacer razonar a Poseidón:

- ¡Dios Poseidón, escúchanos! – Gritó Ulises con todas sus fuerzas.
- ¿Qué es lo que quieres, sucio mortal? – preguntó Poseidón con un tono burlón.

El temporal se calmó al distraer a Poseidón.

- Te propongo una prueba. Mis hombres y yo, contra ti. – Dijo Ulises.
- ¿Estás loco Ulises? ¡¿Es que quieres matarnos?! – Dijeron los hombres de Ulises sin acordarse de la astucia de éste.

- Si pierdes, ¿qué ganaré? – preguntó Poseidón.
-Nuestras vidas, nuestro barco, y la gloria de haber acabado con la leyenda de Ulises – respondió Ulises desafiante. – Y si gano yo, nos garantizarás el viaje de vuelta a casa por los mares, y uno de tus más preciados tesoros marinos.

- De acuerdo Ulises, pero la prueba la pondré yo. Sé de tu astucia y no me fío de ti. – Dijo Poseidón con la sonrisa de la victoria en la cara.

Ulises miró a sus compañeros y les guiñó el ojo, sin que el dios se diese cuenta.
-¿Y bien? ¿Cuál es la prueba? Apuesto a que es una prueba cualquiera… – Dijo Ulises provocando aún más la ira del dios.

-¡¡Calla Ulises!! ¡Que desearás no haberme provocado de tal manera! – Retumbaron sus palabras. – La prueba consistirá en una carrera marítima.

-Señaló con su gran tridente a kilómetros de ellos, y allí se levantó una gran ola que señalaba el final del trayecto, y el comienzo de una nueva vuelta. – Ida y vuelta Ulises, el que primero llegue aquí otra vez, gana. – Así dijo.

Ulises se volvió hacia sus compañeros, y se reunieron en corro, allí hablaron hasta que Poseidón perdió la paciencia.

-¿Quién dará la salida? – Preguntó Ulises.
- Mi esposa, Anfítrite.

Y de un remolino de agua salió la diosa. Con unas elegantes ropas blancas y cordones verdes brillantes. Con muchas perlas decorando su cuerpo, y un exótico peinado recogido con unas pinzas de langosta.

-Correré la carrera en mi carro, pero prescindiré de mis caballos de mar, utilizaré mi gran y fiel amigo, el Kraken. – dijo Poseidón, atando al horrible monstruo al carro.
-“Como pensaba…” – pensó Ulises. – Yo utilizaré mi barco, con todos mis hombres remando sin descanso. – Alzó la voz.

El barco de Ulises y el carro de Poseidón ya estaban colocados en la línea de salida, que estaba señalada con espuma del mar.


Anfítrite se dispuso a dar la orden de salida:

-¡Ya! – Gritó Anfítrite con todas sus fuerzas.

Los hombres empezaron a remar con tanta fuerza, que estaban igualando casi la velocidad del Kraken. Poseidón, que veía que le alcanzaban, empezó a crear olas para que el barco se hundiera. Pero los gritos de ánimo de Ulises hacia sus compañeros, fue más fuerte que las olas de Poseidón.

La ola gigante que había creado Poseidón antes estaba cerca, y el carro de Poseidón, que ya había llegado a ella, derrapó y siguió su curso hacia la meta.
El barco de Ulises llegó después y también derrapó en la ola y siguió su curso.
Los hombres veían la muerte tan cerca como Poseidón estaba de la meta.
Entonces, Ulises al ver el desánimo de sus compañeros, sacó una flauta de su chaqueta. Pero no era una flauta cualquiera, era la flauta de Atenea. Se la había regalado anteriormente para su viaje.

Ulises empezó a tocar, y los hombres escucharon la alegre melodía.
Entonces, empezaron a remar con más fuerza, ésta era su oportunidad.
La melodía llegó a los oídos de Poseidón, de Anfítrite y del Kraken, haciendo que se retorcieran de dolor.
El calamar gigante paró en seco el carrito, y Poseidón tampoco podía moverse por el dolor de cabeza que le producía la melodía.

Ulises, comenzó otra vez a dar ánimos a sus compañeros sin olvidarse de tocar la flauta. Cada vez estaban más cerca de la meta, al igual que Poseidón.
Los hombres agotados de tanto remar hicieron el último esfuerzo, y consiguieron adelantar a Poseidón.
Éste, lleno de furia se levantó como pudo y se tiró del carro corriendo sobre las aguas hacia el barco de Ulises.

-¡Aquí viene mi señor! ¡¡Ulises, por allí llega Poseidón!! – gritaban los marineros.

-¡¡Rápido, agarraos a los cabos!! – Gritó Ulises.

Poseidón se iba acercando cada vez más y más. Ulises había dejado de tocar la flauta, todo estaba pensando.

Poseidón llegó al barco y lo agarró con sus dos grandes manos, lo levantó por encima de su cabeza y lo hizo volar por los aires con todas sus fuerzas.
Los marineros gritaban de terror, al ver el cielo más cerca que el mar.

Cuando el barco cayó al mar, mientras Poseidón daba el grito de la victoria, Anfítrite no podía dar crédito a lo que veía.

Ulises y sus hombres habían cruzado la línea de meta, gracias a Poseidón,
quien, al darse cuenta, estalló de ira y comenzó a gritar agitando los mares y creando remolinos infernales. Pero de poco sirvió.
Calmado el mar, Ulises negoció con Poseidón el tesoro más valioso que le tenía que dar.

- Eres astuto Ulises, has ganado limpiamente, que los dioses te oigan- dijo Poseidón frustrado.- Aquí tienes el tesoro.
Era una pequeña fuente, donde manaba agua dulce interminable, y que a su vez, esa agua era curativa. Tenía forma de sirena, y había muchos peces grabados en la piedra.

- ¿Y nuestro viaje por los mares será seguro o no? – preguntó Ulises, conociendo la respuesta del dios.
- Solo los hombres no cumplen sus palabras, yo soy un dios, y la cumpliré. Tendrás las aguas más tranquilas de todos los océanos, los peces seguirán tu barco para que no haya escasez en comida, o si lo prefieres, agitaré las olas, para que transporte tu barco más rápido de lo que viaja ahora. – Terminó de hablar Poseidón.
Anfítrite, que también quería darle un regalo a Ulises y a sus hombres, mandó reconstruir los daños del barco, y escogió a los delfines más rápidos para que les transportasen un trayecto del camino a casa.

-Adiós, Ulises, nos volveremos a ver. – Pronunció Anfítrite con una sonrisa en la cara.

Y los dos desaparecieron en un remolino de agua y un reflejo de luz. El Kraken, también se fue, dejando un rastro de tinta allí por donde pasó.
Los delfines tiraban del barco, mientras los hombres descansaban después del gran esfuerzo.

Todo el mundo se felicitó, y comieron ricos peces recién pescados. Bebieron buen vino, y a los marineros heridos se les dio el agua curativa de Poseidón, que curaba las heridas al instante.

Y así llegó la noche, y mientras todos los marineros dormían en sus camarotes, Ulises miraba de nuevo las estrellas, y escribía en una carta su gran aventura con el dios del mar, Poseidón.

Alba Lillo Martín 4º ESO B




domingo, 18 de octubre de 2009

ROMANTICISMO Y LIM

El otoño es romántico, y no sólo por la caída de la hoja. Es que en algunos cursos de Literatura toca hablar del siglo XIX, y es ahí donde se sitúa el Romanticismo. En EL TINGLADO hemos encontrado dos LIM (libro interactivo multimedia) muy interesantes que os ayudarán a conocer mejor este movimiento. El primero se llama "El Romanticismo" y repasa a grandes rasgos el contexto, los temas, obras y autores principales de este movimiento. Destaca no sólo la elección de la estética de las imágenes, elaborada a partir de la película La novia cadáver, de Tim Burton, sino también el rigor y la síntesis de sus contenidos. Su autora es Pilar Soler. El segundo, elaborado por Manuel Guerrero, ofrece una selección de ocho rimas de Gustavo Adolfo Bécquer que podrás leer y escuchar, con unas imágenes y una música de fondo muy sugerentes .


(pincha en la imagen para ir a la actividad)

(la imagen te lleva al LIM)

En la misma página de EL TINGLADO hay un "Taller de lim" de Javier Escajedo acerca de cómo realizar paso a paso un libro LIM: una herramienta educativa sin duda muy interesante y con muchas posibilades que Manuel Guerrero también conoce estupendamente. No dejéis de visitar los enlaces.

Entradas relacionadas:

Románticos y neorrománticos

Una cita con Don Juan

jueves, 8 de octubre de 2009

MI NOMBRE ES NADIE

Queridos alumnos de Literatura universal de 4º:

Vamos a abordar uno de los textos más maravillosos que nunca se han escrito. Lo escribió un poeta ciego, un tal Homero que debía tener una imaginación fértil y maravillosa. Se le atribuye la creación de las dos grandes epopeyas de la literatura griega: La Ilíada y La Odisea. Si en la primera el protagonista es Aquiles (su cólera terrible...) y el espacio una Troya en plena guerra de la que saldrán muchos perdedores, en la segunda el mar cobra protagonismo a través del héroe Odiseo o Ulises, fuerte y astuto, amado por mujeres diversas: la esposa que aún le espera después de décadas sin noticias de él, la seductora Circe, la ninfa Calipso, que sólo le dejará marchar cuando los dioses se lo ordenen, y la mismísima Atenea, que le protege frente a las iras de los todopoderosos del Olimpo.

Vamos a leer entre todos algunos cantos de La Odisea. Después haremos estas actividades:


1. Busca la definición de epopeya; sus orígenes, su función y sus características.

2. Las dos grandes epopeyas de la literatura griega son La Ilíada y La Odisea, ambas atribuidas a Homero. Localízalas en el tiempo y haz un resumen (breve) de sus argumentos.


3. En clase vamos a leer algunos cantos de La Odisea. Después tendrás que hacer un resumen de lo leído en tu cuaderno y contárselo a tus compañeros. (¿Te atreves a hacer de aedo y contarlo como si estuvieras en el palacio de Alcínoo?)

Aquí podéis encontrar el texto completo:

http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/OtrosAutoresDeLaLiteraturaUniversal/Homero/Odisea/index.asp
Seguro que después de la lectura puedes explicar el título de la entrada...


No puedo imaginar otro Ulises distinto de Kirk Douglas, que protagonizó una famosísima película sobre las aventuras del personaje de Homero. Ésta es la escena en la cueva de Polifemo, tan grande y tan ingenuo...

miércoles, 7 de octubre de 2009

EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO

Parece que tenemos cierta obsesión con el solsticio de verano, dado que las últimas representaciones que hemos ido a ver con nuestros alumnos están ambientadas en la mágica noche de San Juan. En este caso nos hemos asomado a ese bosque imaginado por el amigo William en una Atenas en la que Puck hace de las suyas con flores y pócimas aunque, como mandan los cánones de la comedia, todo acaba bien: cada oveja con su pareja.


El montaje de Helena Pimenta es original y sorpredente, "actualizado" con respecto al que se llevó hace años un merecido Premio Nacional de Teatro y otros muchos más. Las escenas se suceden con bastante fluidez y los actores cambian de registro con absoluta naturalidad y verosimilitud. El lirismo y la inquitud de las escenas en las que aparecen Oberón, Titania o Puck contrastan con la carcajada que provoca esa compañía plurilingüe y achulada que está ensayando la historia de Piramo y Tisbe.

El final fue apoteósico y yo lloré de risa hasta la deshidratación (efecto secundario que quedó subsanado en una alegre tabernilla de Bravo Murillo). Espero que para vosotros, queridos alumnos, haya sido igual de catártico. Ahora toca ponernos serios: en clase nos espera Hamlet...


Entradas relacionadas

Tito Andrónico
Noche de San Juan en el Pavón

lunes, 5 de octubre de 2009

HIPÓLITO




En la clase de Literatura de 2º de Bachillerato nos hemos puesto un poco trágicos. Estamos leyendo Hipólito y, después de la lectura, toca trabajo. En este enlace os dejo lo que tenéis que hacer y un vídeo del estreno de Fedra en el Festival de Mérida. Ahora se representa en el teatro Bellas Artes, de Madrid, así que, animaos...


Hipólito

No puedo evitar hacer una referencia a El castigo sin venganza, de Lope de Vega: drama de honor al más puro estilo calderoniano. Me perdí la versión de Eduardo Vasco de hace unos años en el Pavón, pero recuerdo perfectamente a Ana Marzoa en el papel de Casandra y a un jovenzuelo Tito Valderde como el hijastro enamorado en un montaje de hace muchos, muchos años. Me impresionó el montaje y me horrorizó lo que contaba Lope: barbaridades en nombre del honor. Que luego Woody Allen se casara con Soon Yi y que hoy sean felices y coman perdices me reconcilia con el mundo.

Entradas relacionadas:
Lope, te leemos

domingo, 4 de octubre de 2009

LO BUENO SI BREVE...


La literatura proverbial y sapiencial es tan antigua como el mundo. Aparece en las tablillas de cera de los pueblos que habitaron Mesopotamia y en ellas se recoge la experiencia y la sabiduría de un pueblo que quiere que permanezca su cultura milenaria hasta el momento transmitida de forma oral. Todas las culturas poseen estos testimonios de sabiduría, moral y sentido práctico que son enseñados a los más jóvenes para su formación.


"Un PROVERBIO es una sentencia moral y didáctica, generalmente de carácter culto. A diferencia del refrán, el proverbio comporta un cierto significado erudito o histórico que, según sea su origen, hace que se denomine de diferente forma. Si la sentencia procede del campo de la ciencia, el proverbio recibe el nombre de “axioma”, “máxima” o “aforismo”; si la sentencia parte de un personaje célebre, el proverbio es calificado con el nombre de “apotegma”. La definición de proverbio fue fijada en la Antigüedad clásica y expresada ya por Aristóteles, quien, en un pasaje recogido por Sinesio de Cirene, incluyó en ella cuatro conceptos: antigüedad, expresión de sabiduría, concisión y condicionante histórico de su contenido. La labor pedagógica y evangelizadora de los autores cristianos medievales que escribían en latín encontró en los proverbios la mejor herramienta, hasta el punto de que han sido contabilizados unos 40.000 por el investigador H. Walther. La mayor parte se sacaban de las Sagradas Escrituras –especialmente del Libro de los Proverbios– y de los autores populares con más arraigo popular, y se transmitían habitualmente mediante la predicación. No debe establecerse una separación para esta época entre los proverbios escritos en latín y los escritos en las lenguas vernáculas, tal como señaló ya Américo Castro después de descubrir y estudiar varios glosarios latino-españoles. Éstos muestran cómo los estudiantes escribían en sus cuadernos proverbios en latín y castellano, lo que permite afirmar que desempeñaban un importante papel en el aprendizaje de la lengua latina. La más antigua recopilación de proverbios en España es la titulada Romancea proverbiorum, elaborada h. 1350 por un estudiante aragonés. Pero la primera muestra de poesía gnómica en lengua castellana se debe a otro autor del s. XIV, el rabino Sem Tob de Carrión (Palencia), quien en sus Proverbios morales siguió tanto la tradición culta, sentenciosa, de la poesía sapiencial hebrea como la misma riqueza en refranes del saber popular castellano que utilizara el Arcipreste para su Libro de Buen Amor. El resultado es una poesía filosófica extraña en la literatura española y en la Castilla cristiana de aquella época, de un sereno y profundo escepticismo cargado de amor por el saber y por el propio esfuerzo intelectual. [...]

Debe señalarse, finalmente, la utilización conjunta de proverbios y refranes en famosas obras literarias de todos los periodos de la literatura española, como La Celestina y el Quijote, donde tienen una función esencial. Tal como señaló Menéndez Pelayo, las más de 240 sentencias presentes en La Celestina contribuyeron sin duda alguna al gran éxito popular de esta obra; y lo mismo cabe decir de las 263 incluidas en la magistral obra de Cervantes, donde éste teoriza, además, sobre la naturaleza del proverbio: “sentencia corta fundada en una larga experiencia”.


Fuente:
http://www.grupoenciclo.com/granenciclopedia/literatura/proverb.htm
Procedencia de la imagen

Yo, cuando pienso en "proverbios", no puedo evitar acordarme de Antonio Machado y de sus "Proverbios y cantares", de Campos de Castilla, de los que os ofrezco algunos (os remito a la página donde podéis encontrar el resto). Comparte con los bíblicos su brevedad y su tono sentencioso. Machado también utiliza recursos como las anáforas y los pararalelismos, tan sencillos como eficaces. Siempre, o casi siempre, menos es más.

I

Nunca perseguí la gloria
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabón.
me gusta verlos pintarse
desol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.

III

A quien nos justifica nuestra desconfianza
llamamos enemigo, ladrón de una esperanza.
Jamás perdona el necio si ve la nuez vacía
que dio a cascar al diente de la sabiduría

IV

Nuestras horas son minutos
cuando esperamos saber,
y siglos cuando sabemos
lo que se puede aprender.

V

Ni vale nada el fruto
cogido sin sazón...
Ni aunque te elogie un bruto
ha de tener razón.

VI

De lo que llaman los hombres
virtud, justicia y bondad,
una mitad es envidia,
y la otra, no es caridad

XVII

El hombre sólo es rico en hipocresía.
En sus diez mil disfraces para engañar confía;
y con la doble llave que guarda su mansión
para la ajena hace ganzúa de ladrón.

XXI

Ayer soñé que veía
a Dios y que a Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía...
Después soñé que soñaba



XXIII

No extrañéis, dulces amigos,
que esté mi frente arrugada;
yo vivo en paz con los hombres
y en guerra con mis entrañas.

XXIV

De diez cabezas, nueve
embisten y una piensa.
Nunca extrañéis que un bruto
se descuerne luchando por la idea.

XXVI

Poned sobre los campos
un carbonero, un sabio y un poeta.
Veréis cómo el poeta admira y calla,
el sabio mira y piensa...
Seguramente, el carbonero busca
las moras o las setas.
Llevadlos al teatro
y sólo el carbonero no bosteza.
Quien prefiere lo vivo a lo pintado
es el hombre que piensa, canta o sueña.
El carbonero tiene
llena de fantasías la cabeza.

XXIX
Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay caminio,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.
XLI
Bueno es saber que los vasos
nos sirven para beber;
lo malo es que no sabemos
para qué sirve la sed.
XLIX
-Nuestro español bosteza.
¿Es hambre?¿Sueño?¿Hastío?
Doctor,¿tendrá el estómago vacío?
-El vacío es más bien en la cabeza.