jueves, 31 de marzo de 2011

¿CONOCES LA FACTORÍA?

Enlace a La Factoría

Queridos cañadienses:

Si ya habéis cumplido 14 años (12 en algunos casos) y os gusta la música, el baile, la pintura, el teatro, el cine o cualquier cosa que tenga que ver con la creación artística, has dado con el sitio adecuado: La Factoría. No, no os estoy mandando al polígono industrial, sino a la antigua Casa de Juventud de Valleaguado (Avda. José Gárate s/n) que ha renovado sus instalaciones y ofrece unos espacios muy interesantes para que desarrolléis ese talento que vais derrochando por los rincones.

Los músicos disponéis de varias salas de ensayo dotadas con instrumentos y equipación de sonido, así como un estudio para grabación de maquetas.

Para los artistas plásticos,  existe "Instalarte", un programa dirigido a fomentar la creación artística. Ofrece una sala de exposiciones, talleres, cursos y el material necesario para que tú solo tengas que dejar libre tu imaginación. Si quieres un lugar en el que exponer tu trabajo, sean pinturas, esculturas, vídeos, etc., has dado con el lugar adecuado.

Amantes del teatro: ¡ya tenéis donde ensayar! La Factoría dispone de varias salas de diferentes tamaños para que desarrolléis vuestras dotes artísticas.

Por supuesto, el centro cuenta con una sala equipada con ordenadores de uso gratuito y conexión Wi-Fi para los que llevéis encima el portátil. (Por cierto, las bibliotecas públicas de la zona también ofrecen esta posibilidad: ¡no hay excusas para  no enviar trabajos vía Internet!)

Si queréis saber más, podéis pinchar aquí. Tenéis información detallada sobre cómo acceder a las distintas instalaciones y las condiciones de uso.

viernes, 18 de marzo de 2011

EN EL CENTENARIO DE GABRIEL CELAYA


No queremos dejar pasar que hoy, 18 de marzo, se celebra el nacimiento de  Gabriel Celaya, nacido Rafael Gabriel Juan Múgica Laceta, el poeta de Hernani que vino a Madrid para hacerse ingeniero, que  pasó por la Residencia de Estudiantes y  se codeó con lo más granado de la cultura y la intelectualidad de la época: Unamuno, Ortega, Juan Ramón, Lorca, Dalí, Moreno Villa, Pablo Neruda...

Perteneció a la llamada Generación del 36 y fue, junto con Blas de Otero, un destacado representante de la llamada poesía social de los años 50, aunque su trayectoria poética fue muy variada. Celaya, el ingeniero, dejó el trabajo en la empresa familiar, padeció la cárcel franquista, fundó revistas, amó la vida y a Amparo Gastón, que fue la amada, la compañera  y, sobre todo, escribió versos.

Para Gabriel Celaya, como recoge Vicente Tusón, "un poeta es, por de pronto, un hombre" y "ningún hombre puede ser neutral". La poesía es un instrumento para transformar el mundo, es "un arma cargada de futuro"

Vamos a recordarle con algunos de sus poemas. El primero quiero dedicárselo a Josefina Aldecoa, la escritora, la maestra, la compañera de Ignacio, que nos dejó hace dos días. El segundo -uno de mis preferidos-, como diría Manolito el de Carabanchel, al mundo mundial.


Educar es lo mismo
que poner un motor o una barca ...;
hay que medir, pensar, equilibrar ...;
y poner todo en marcha.
Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino, ...
un poco de pirata, ...
un poco de poeta, ...
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.

Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño,
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.

Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera enarbolada.


Momentos felices

Cuando llueve, y reviso mis papeles, y acabo
tirando todo al fuego: poemas incompletos,
pagarés no pagados, cartas de amigos muertos,
fotografías, besos guardados en un libro,
renuncio al peso muerto de mi terco pasado,
soy fúlgido, engrandezco justo en cuanto me niego,
y así atizo las llamas, y salto la fogata,
y apenas si comprendo lo que al hacerlo siento,
¿no es la felicidad lo que me exalta?

Cuando salgo a la calle silbando alegremente
--el pitillo en los labios, el alma disponible--
y les hablo a los niños o me voy con las nubes,
mayo apunta y la brisa lo va todo ensanchando,
las muchachas estrenan sus escotes, sus brazos
desnudos y morenos, sus ojos asombrados,
y ríen ni ellas saben por qué sobreabundando,
salpican de alegría que así tiembla reciente,
¿no es la felicidad lo que siente?

Cuando llega un amigo, la casa está vacía,
pero mi amada saca jamón, anchoas, queso,
aceitunas, percebes, dos botellas de blanco,
y yo asisto al milagro --sé que todo es fiado--,
y no quiero pensar si podremos pagarlo;
y cuando sin medida bebemos y charlamos,
y el amigo es dichoso, cree que somos dichosos,
y lo somos quizá burlando así a la muerte,
¿no es felicidad lo que trasciende?

Cuando me he despertado, permanezco tendido
con el balcón abierto. Y amanece: las aves
trinan su algarabía pagana lindamente:
y debo levantarme, pero no me levanto;
y veo, boca arriba, reflejada en el techo
la ondulación del mar y el iris de su nácar,
y sigo allí tendido, y nada importa nada,
¿no aniquilo así el tiempo? ¿No me salvo del miedo?
¿No es felicidad lo que amanece?

Cuando voy al mercado, miro los abridores
y, apretando los dientes, las redondas cerezas,
los higos rezumantes, las ciruelas caídas
del árbol de la vida, con pecado sin duda
pues que tanto me tientan. Y pregunto su precio,
regateo, consigo por fin una rebaja,
mas terminado el juego, pago el doble y es poco,
y abre la vendedora sus ojos asombrados,
¿no es la felicidad lo que allí brota?

Cuando puedo decir: el día ha terminado.
Y con el día digo su trajín, su comercio,
la busca del dinero, la lucha de los muertos.
Y cuando así cansado, manchado, llego a casa,
me siento en la penumbra y enchufo el tocadiscos,
y acuden Kachaturian, o Mozart, o Vivaldi,
y la música reina, vuelvo a sentirme limpio,
sencillamente limpio y, pese a todo, indemne,
¿no es la felicidad lo que me envuelve?

Cuando tras dar mil vueltas a mis preocupaciones,
me acuerdo de un amigo, voy a verle, me dice:
"Estaba justamente pensando en ir a verte."
Y hablamos largamente, no de mis sinsabores,
pues él, aunque quisiera, no podría ayudarme,
sino de cómo van las cosas en Jordania,
de un libro de Neruda, de su sastre, del viento,
y al marcharme me siento consolado y tranquilo,
¿no es la felicidad lo que me vence?

Abrir nuestras ventanas; sentir el aire nuevo;
pasar por un camino que huele a madreselvas;
beber con un amigo; charlar o bien callarse;
sentir que el sentimiento de los otros es nuestro;
mirarse en unos ojos que nos miran sin mancha,
¿no es esto ser feliz pese a la muerte?
Vencido y traicionado, ver casi con cinismo
que no pueden quitarme nada más y que aún vivo,
¿no es la felicidad que no se vende?


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jueves, 10 de marzo de 2011

CERTAMEN LITERARIO IES LA CAÑADA 2011

(Diseño de cartel: Enrique Martín)

El Departamento de Lengua y Literatura del IES La Cañada  convoca el Certamen Literario de creación, en el que podrán participar todos los alumnos matriculados en el centro que lo deseen, conforme a las siguientes BASES:

1º.- Se podrá optar por las modalidades de PROSA y POESÍA, de forma no excluyente ya que se pueden enviar cuantos originales se quiera.

POESÍA: poema de tipo tradicional (romance, soneto...) o de verso libre, cuya extensión no exceda los cincuenta versos.

PROSA: se admite a concurso cualquier escrito ya sea cuento, narración breve, fábula, ensayo, carta... de uno a cinco folios máximo, por una cara y escrito a doble espacio.

2º.- En cada una de las modalidades, se distinguirán tres categorías: CATEGORÍA A para alumnos de Bachillerato; CATEGORÍA B para alumnos de 3º y 4º de ESO -siempre que sean menores de 16 años-; CATEGORÍA C para alumnos de 1º y 2º de ESO -siempre que sean menores de 14 años-.

3º.- Los originales se presentarán POR DUPLICADO, a mano o impresos a DOBLE ESPACIO, en arial-12, en la Secretaría del Centro, indicando en el sobre solo la Modalidad y Categoría por la que se concursa. Se deberá emplear el sistema de "lema" o "plica": junto con el texto, se entregará aparte un sobre cerrado con los datos del participante (nombre y apellidos, curso, grupo, dirección y teléfono). Este sobre llevará por fuera únicamente el título (o primer verso u oración) o si se prefiere un pseudónimo que se hará constar igualmente en el trabajo presentado. Con este sistema se garantiza el anonimato del participante, pues la "plica" sólo se abre cuando se han seleccionado ya los trabajos premiados. Se rechazarán los trabajos que no cumplan estos requisitos.

4º.- La fecha límite para la presentación de los escritos será el 5-4-2011.

5º.- El jurado estará constituido por los miembros del DEPARTAMENTO DE LENGUA Y LITERATURA y su fallo será inapelable.

6º.- Para cada una de las modalidades y categorías habrá un primer premio de 30 euros, en un bono canjeable por material escolar o libros y un accésit de -como siempre- no sabemos cuánto.

7º.- Los trabajos premiados serán leídos el día 14 de abril de 2011 por sus respectivos autores en el Aula de Usos Múltiples, y se publicarán en la web del centro, en el blog de Ana Infante En ocasiones...libros y en la  revista La Bengala.


(Nos encantaría que inundárais la Secretaría con vuestros textos, cañadienses. ¡Animaos!)

COSLADA
marzo 2011

martes, 8 de marzo de 2011

VIRGINIA WOOLF


Hace casi 130 años nació en Londres una niña a la que pusieron de nombre Virginia. Era el tercer hijo de la pareja formada por sir Leslie Stephen, (un ex sacerdote que, entre otras cosas, fue editor de The Dictionary of National Biography, alpinista y  filósofo) y Julia Duckworth, hermosa mujer, musa de los pintores prerrafaelitas. Virginia adoraba a sus dos hermanos mayores Thoby - que murió con 25 años durante un viaje a Turquía a causa de unas fiebres- y Vanesa (Bell) quien años después se convertiría en una de las pintoras más destacadas de su tiempo. Su madre murió cuando Virginia tenía 13 años y su padre tras cumplir los 22. Virginia y su hermana Vanessa no iban a la escuela, algo de lo que la primera siempre se quejaría, si bien no lamentó nunca no haber pasado por la Universidad. Así que se formó en la bien nutrida biblioteca de su padre y disfrutó  de visitas tan jugosas como los novelistas Henry James, Thomas Hardy, el poeta Alfred Tennyson, la fotógrafa Julia Margaret Cameron o el pintor Edward Burne-Jones.

En ese ambiente Virginia desarrolló una exquisita sensibilidad y una necesidad innata de escribir que cultivó desde 1915  hasta el año de su muerte en sus  diarios y cartas. Tras la muerte del padre, los  cuatro hermanos (Adrián era el menor) se mudan al barrio de Bloomsbury, aunque antes hacen un viaje por Europa. Virginia se enfrenta  a su enfermedad, un desequilibrio nervioso que en ocasiones afloraba causándole mucho sufrimiento (aunque ya padeció por la muerte de la madre y de su hermanastra Stella). Poco después se dedica al periodismo: su primer artículo fue sobre la casa de las hermanas Brönte,  Haworth Parsonage.  En el barrio de Bloomsbury, y sin la férrea mano del padre ni  la vigilancia de los hermanos mayores, George y Gerald, los cuatro hermanos saboreaban su libertad. Eran las chicas, Virginia como periodista (escribirá en The Guardian y en el sumplemento de The Times) y también como profesora, y Vanessa, que ya recibía algunos encargos, quienes mantenían a la familia.

Tiempo después y a iniciativa de Vanessa se organizaban en su casa -Gordon Square- reuniones con  amigos de Thoby, estudiantes de Cambridge. Se reúnen los jueves para charlar de literatura y los viernes, sobre arte;  beben chocolate y whisky, leen y comentan ensayos, hablan  de arte, gastan bromas...Era como la prolongación de los cursos de Cambridge, pero con la presencia de dos mujeres, Vanessa y Virginia, quienes al principio causaban cierta incomodidad. Este fue el origen del famoso Círculo  de Bloomsbury, integrado por las que serían personalidades tan destacadas como el novelista E. M. Foster, el poeta T. S. Eliot, el economista John Maynard Keynes, la escritora Katherine Mansfield,  el filósofo Ludwig Wittgenstein, el crítico de arte Clive Bell (esposo de Vanessa), Leonard Woolf, autor del primer borrador de la Carta de la Sociedad de Naciones y, años después,  esposo de  Virginia, los pintores Duncan Grant y Roger Fry y, por supuesto, Virginia y su hermana Vanessa. Les unía, de forma genérica, el rechazo a las convenciones morales de la sociedad victoriana; de forma más concreta, el espíritu de tolerancia e igualdad entre hombres y mujeres, el pensamiento agnóstico, una posición pacifista durante la Primera Guerra Mundial, la libertad sexual y, por supuesto, las relaciones personales.

Virginia se casó con Leonard Woolf en 1912, y con él fundó la editorial Hogarth Press (en sus orígenes, una imprenta que colocaron en el salón de su casa),  que editó los poemas de Eliot, las novelas de K. Mansfield o las obras de Sigmun Freud. En principio, la idea surgió como un entretenimiento que Leonard quería proporcionar a su esposa. En 1915 Virginia sufrió una de sus peores crisis, un estado de locura del que pudo salir gracias a la ayuda de Leonard. Ya había publicado su primera novela, Viaje de ida (1915).  La publicación de la segunda, Noche y Día, coincidió con el fin de la Primera Guerra Mundial. Ambas siguen los cauces de la narrativa tradicional, es decir, unos personajes sujetos a una ordenación cronológica de acontecimientos.  Pero a partir de 1919 se plantea cómo escribir novelas sin la atadura del tiempo y de la acción. Estas ideas se plasmarían en El cuarto de Jacob, (1922), una serie de reflexiones  e impresiones de varios personajes en torno al personaje principal, Jacob Flanders.  Era su primera obra verdaderamente experimental, y la crítica la acogió con cierta reserva. Su primer éxito sería, sin embargo, La señora Dalloway, (1925) que narra 24 horas en la vida de Clarissa Dalloway, quien a través de un monógo interior (el llamado flujo de conciencia) va a rememorar unos acontecimientos que creía olvidados mientras se dispone a preparar una fiesta.  

En estos años conoce a la escritora Vita Sackville-West, a la que le unirá una amistad hasta su muerte, con algunos altibajos, y con la que mantuvo una relación amorosa durante algunos años. Vita inspiró a Virginia el personaje de Orlando (1928) el aristócrata que viaja a través de cuatrocientos años ora como hombre, ora como mujer. Nigel Nicolson, el hijo pequeño de Vita, dijo que Orlando era "la carta de amor más hermosa de la historia de la literatura". Un año antes, en 1927 había publicado Al faro, una de sus mejores novelas. Los personajes principales, el señor y la señora Ramsey, están inspirados en sus padres, y la novela rememora sus veranos de la infancia en Cornualles. No hay diálogos y apenas hay acción: toda la familia, salvo el padre, sueña con ir a la isla que se divisa desde las ventanas de la casa. El protagonista es el tiempo y su fluir que todo lo cambia a su paso. Tuvo un gran éxito, aunque la novela que la hizo famosa fue Orlando, citada arriba. Después vendrían la que muchos consideran su mejor obra, Las olas (1931). Aquí se recogen los temas recurrentes de su escritura: la soledad, el paso del tiempo y la muerte a través de los soliloquios de sus seis protagonistas: tres hombres y tres mujeres. Virginia sigue en la línea de sus novelas anteriores, en el sentido de romper los moldes de la narración convencional y  componer su obra de  impresiones, pensamientos y reflexiones tal y como llegan y se graban en nuestra conciencia. Recorre etapas y hechos de una manera imprecisa, no sujeta al orden cronológico, cuya duración responde más bien a la intensidad de la experiencia. Algunos críticos la consideran una "novela poética", pues es la expresión lírica de cada uno de estos personajes. Virginia, que siempre se entregó en cuerpo y alma a la escritura, reconoció que era la obra a la que se había dedicado con mayor intensidad. (Ya podemos decir que  Virginia Woolf tiene un papel destacado en la renovación de la novela europea del siglo XX y en la Literatura universal, ¿no?)

Virginia, lectora y escritora infatigable, escribió también algunos ensayos. Muy destacable es Una habitación propia (1929), un texto que se consideró, en palabras de Nigel Nicolson, "la biblia del movimiento feminista". Hace hincapié en las pocas oportunidades que han tenido las mujeres para desarrollar capacidades artísticas y literarias. El título hace referencia a la necesidad de la mujer de tener un espacio propio para desarrollar y favorecer la creación. En  Tres guineas (1938) hace un alegato en contra de la guerra y del patriarcado y defiende la necesidad de favorecer las condiciones de igualdad entre hombres y mujeres. Con Leonard, su esposo, miembro del Partido Laborista y defensor de la necesidad de rearme de Inglaterra frente al avance del fascismo, mantuvo por esta razón no pocos conflictos.

Virginia amaba la soledad y las relaciones sociales a partes iguales. Durante toda su vida mantuvo una  fluida correspondencia con su hermana Vanessa y con amigos queridos como Vita. Le gustaba pasear por el campo, contar historias a los niños, cocer panes y poder concentrarse en su escritura. Además de pasar por el horror de vivir otra guerra más, (el hambre, la constante amenaza de un bombardeo, el sufrimiento...) perdió a su sobrino Julian Bell, hijo de Vanessa, en la Guerra Civil Española. Su cerebro, muy deteriorado, no soportó más envites. La mañana del 28 de marzo de 1941, consciente de que era presa de una nueva crisis, decidió poner fin a sus días sumergiéndose en el río Ouse. Dejó una carta para Leonard en la que le expresaba su amor  y su agradecimiento por la paciencia, la ternura y la bondad con la que había sobrellevado sus problemas de salud.  Tal y como cuenta Nigel Nicolson, hijo de Vita, esparcieron sus cenizas en el jardín de su casa de Rodmell y se leyeron, como epitafio, las últimas palabras de Las olas:

Contra ti me alzaré invicta e implacable, oh muerte.

Bibliografía:
-Nigel Nicolson, Virginia Woolf, Barcelona, Mondadori, 2002.
-"Literatura inglesa contemporánea, Jordi Lamarca, en Historia universal de la Literatura, Barcelona, Orbis, 1982.

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domingo, 6 de marzo de 2011

ESTO ES...CARNAVAL



Vamos a permitirnos un poco de irreverencia, de humor, de pequeñas transgresiones...Es Carnaval.
Pero como siempre nos gusta arrinar el ascua a nuestra sardina (qué poco le queda a la pobre), ¿te has fijado la cantidad de recursos expesivos que utiliza  la chirigota, Ricas y maduras, ganadora de los Carnavales de Cádiz 2011? Te desafío a que identifiques figuras como la paronomasia, el calambur,  el equívoco y la ironía, entre otras. ¿Que no te acuerdas? Pues pincha aquí para repasarlas.

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