Y María, tres veces amapola, María,
agua y lira tres veces, la que llevó al poeta
como un niño a través de estos parques de llanto
tendrá una rosa o un oro en vez de aquel violeta
del corazón florido que la quería tanto.
Juan Ramón Jiménez, Rimas
Hace unos años me impactó la lectura de la biografía que escribió Antonina Rodrigo: María Lejárraga, una mujer en la sombra (Madrid, Ediciones Vosa, 1994). Este 8 de marzo me gustaría recordar la figura de una mujer brillante, inteligente, vital, luchadora y discreta como fue la de María Lejárraga García, o María Martinez Sierra. Tanto, que hoy nos resulta absolutamente increíble que renunciara a estampar su firma en las obras que llevaban el nombre de su marido, el director teatral Gregorio Martínez Sierra, representante, junto con Manuel Linares Rivas, de un teatro que se considera continuador de la línea del iniciado por Benavente, y brillante director del Teatro Eslava (1916-1926). María sólo reivindicó la autoría de sus textos cuando la hija que Martínez Sierra tuvo con la actriz Catalina Bárcenas reclamó los derechos de autor de sus obras.
María nació en San Millán de la Cogolla el 28 de diciembre de 1874, y fue la mayor de siete hermanos. San Millán, Buitrago y Madrid fueron los escenarios de su infancia. Sus padres le inculcaron el amor a la cultura -María y sus hermanos fueron educados en casa, por la madre, en español y en francés- y a la libertad. Su amor al teatro se despertó tras asistir a una representación teatral para niños en el Teatro Español, de Madrid, unas navidades; uno de los juegos infantiles preferidos de María era un teatrillo de cartón, en el que daba forma a las lecturas de las que se nutría: ya se adivinaba su pasión por el teatro. Este amor al teatro fue uno de los nexos con Martínez Sierra, al que conoció un verano en Carabanchel, pues sus familias eran amigas, y con el que se casó en 1900. A Martínez Sierra la afición por el teatro le vino de la mano de su abuelo, empresario que llevó la electricidad al Teatro de la Comedia. Gregorio pasó muchos domingos en la concha del apuntador maravillándose de lo que veía representarse en las tablas.
Cuentos breves (1909) fue la única obra que firmó María resultante de su comunidad con Martínez Sierra. En su casa se acogió con indiferencia, hecho que llevó a María a jurar que nunca verían nada publicado con su nombre. María , además, adujo que no firmaba sus obras porque no estaba bien vista una mujer literata, y porque no quería perjudicar su carrera de maestra nacional. Decía que sus libros eran sus "hijos" y que bastaba con que llevaran el nombre del padre. El caso es que el éxito teatral tardó en llegar, y lo hizo gracias a la ayuda de Benavente, los hermanos Quintero y Santiago Rusiñol. El año del éxito de Canción de cuna su matrimonio con Gregorio hacía aguas: éste mantenía una relación con la actriz Catalina Bárcenas. María toleró la situación hasta que la actriz quedó embarazada en 1921.
María Lerrájaga fue también pionera del movimiento feminista: creó La Cívica, que llegó a tener mil quinientas socias- con la pretensión de acercar la cultura a las clases medias trabajadoras. Desde la proclamación de la República, -en sus palabras, la mayor alegría de su vida- María deja de lado su producción literaria y se dedica a la política y a causas sociales. Se afilia al Partido Socialista y es la primera mujer diputada por Granada. En el 36, iniciada la guerra, es enviada a Suiza como agregada de la embajada y después, en Bélgica, se hace cargo de miles de niños refugiados. Nunca volvería a España: el exilio fue, primero, Francia -la II Guerra Mundial, el hambre, la ceguera causada por unas cataratas- después Nueva york, México y Argentina, donde murió pocos meses antes de cumplir los cien años.
En Buenos Aires se publican sus artículos (Cartas a las mujeres, Así sueñan los hombres a las mujeres) los cuales leía también en programas radiofónicos, labor que le permitía ingresar dinero. Allí también publicó sus memorias: Una mujer por los caminos de España y Gregorio y yo, medio siglo de colaboración. Éstas, junto con la declaración que Gregorio hizo en 1930 acerca del hecho de que todas sus obras estaban escritas en colaboración con su mujer, además de los estudios de autoras como Antonina Rodrigo, han servido para devolverle a María lo que era suyo: la "maternidad" de su obra.
La actividad literaria y cultural de María fue enorme. Fue la autora de los textos que firmó su marido, entre otros la exitosa Canción de cuna, (1911) llevada al cine en varias ocasiones (la primera, por el propio Martínez Sierra en Hollywood en 1933; la última, por José Luis Garci en 1994) y la novela Tú eres la paz, auténtico éxito de ventas publicado en 1909 por la editorial Montaner y Simón y, hasta 1954, en la editorial Austral. Además de escritora, fue traductora de Shakespeare, Ionesco,Sthendal, Sartre, Ibsen, Maeterlink... María y Gregorio fueron fundadores de importantes revistas como Renacimiento o Helios, difusoras del Modernismo en España, en las que escribieron Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Machado, Cansino-Assens, Benavente, Joan Maragall, Unamuno, Villaespesa... Al igual que sucedió con la obra literaria, María, aun siendo parte fundamental de la empresa, decide quedar en un silencioso segundo plano. Su labor como pedagoga fue también muy destacable. María obtuvo una beca y marchó a París primero y a Bruselas después -sola, en este caso-para empaparse de lo que se hacía en las escuelas de estos países, experiencia que resultó muy estimulante, si bien chocó con la realidad de la escuela española. A pesar de su vocación, abandona la enseñanza en 1908 para dedicarse a la producción de obras literarias. En sus memorias recordará estos años de maestra como su trabajo más gratificante.
La casa de los Martinez Sierra era lugar de encuentro de los autores "modernos" como Valle-Inclán, Benavente, Rivas Cherif, Rubén Darío... "La casa de la alegría", como la bautizó Rivas-Cherif. Con Juan Ramón Jiménez mantuvo lo que llamaban "una amistad" pluscuamperfecta" -al igual que con Manuel de Falla, para quien escribió el libreto para El amor brujo y El corregidor y la molinera.María nació en San Millán de la Cogolla el 28 de diciembre de 1874, y fue la mayor de siete hermanos. San Millán, Buitrago y Madrid fueron los escenarios de su infancia. Sus padres le inculcaron el amor a la cultura -María y sus hermanos fueron educados en casa, por la madre, en español y en francés- y a la libertad. Su amor al teatro se despertó tras asistir a una representación teatral para niños en el Teatro Español, de Madrid, unas navidades; uno de los juegos infantiles preferidos de María era un teatrillo de cartón, en el que daba forma a las lecturas de las que se nutría: ya se adivinaba su pasión por el teatro. Este amor al teatro fue uno de los nexos con Martínez Sierra, al que conoció un verano en Carabanchel, pues sus familias eran amigas, y con el que se casó en 1900. A Martínez Sierra la afición por el teatro le vino de la mano de su abuelo, empresario que llevó la electricidad al Teatro de la Comedia. Gregorio pasó muchos domingos en la concha del apuntador maravillándose de lo que veía representarse en las tablas.
Cuentos breves (1909) fue la única obra que firmó María resultante de su comunidad con Martínez Sierra. En su casa se acogió con indiferencia, hecho que llevó a María a jurar que nunca verían nada publicado con su nombre. María , además, adujo que no firmaba sus obras porque no estaba bien vista una mujer literata, y porque no quería perjudicar su carrera de maestra nacional. Decía que sus libros eran sus "hijos" y que bastaba con que llevaran el nombre del padre. El caso es que el éxito teatral tardó en llegar, y lo hizo gracias a la ayuda de Benavente, los hermanos Quintero y Santiago Rusiñol. El año del éxito de Canción de cuna su matrimonio con Gregorio hacía aguas: éste mantenía una relación con la actriz Catalina Bárcenas. María toleró la situación hasta que la actriz quedó embarazada en 1921.
María Lerrájaga fue también pionera del movimiento feminista: creó La Cívica, que llegó a tener mil quinientas socias- con la pretensión de acercar la cultura a las clases medias trabajadoras. Desde la proclamación de la República, -en sus palabras, la mayor alegría de su vida- María deja de lado su producción literaria y se dedica a la política y a causas sociales. Se afilia al Partido Socialista y es la primera mujer diputada por Granada. En el 36, iniciada la guerra, es enviada a Suiza como agregada de la embajada y después, en Bélgica, se hace cargo de miles de niños refugiados. Nunca volvería a España: el exilio fue, primero, Francia -la II Guerra Mundial, el hambre, la ceguera causada por unas cataratas- después Nueva york, México y Argentina, donde murió pocos meses antes de cumplir los cien años.
En Buenos Aires se publican sus artículos (Cartas a las mujeres, Así sueñan los hombres a las mujeres) los cuales leía también en programas radiofónicos, labor que le permitía ingresar dinero. Allí también publicó sus memorias: Una mujer por los caminos de España y Gregorio y yo, medio siglo de colaboración. Éstas, junto con la declaración que Gregorio hizo en 1930 acerca del hecho de que todas sus obras estaban escritas en colaboración con su mujer, además de los estudios de autoras como Antonina Rodrigo, han servido para devolverle a María lo que era suyo: la "maternidad" de su obra.
Hermoso recuerdo. Es justo y era necesario. Abrazos.
ResponderEliminarInteresantísimo artículo, Carlota, y magnífica María Lejárraga. Qué lamentable ese anonimato voluntario? de aquellas intelectuales y artistas, ¿verdad? Algunas no quisieron significarse por no hacer sombra a sus brillantes mariditos ( me viene a la memoria más de una compositora)...Menos mal que en eso vamos mejorando.
ResponderEliminarMe han encantado los vídeos.
Enhorabuena.
"Al César..." Un abrazo, Biblos y Lola MU, gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarImpresionante peripecia la de esta mujer.
ResponderEliminarEran otros tiempos, quiero creer.
Una figura muy interesante, un acierto seleccionarla hoy.
ResponderEliminar¡Por las mujeres luchadoras!
ResponderEliminarSí, lo eran, Desequilibrios. Hoy, sin embargo, hay otras formas sutiles de ocultación...Gracias por pasar por aquí.
ResponderEliminarEsther, Silvia, un abrazo, compañeras.
Quér acertada reivindicación, Carlotita. Yo acostumbro a contar su historia en clase siempre que tengo ocasión (mucho menos documentada que la tú hoy nos regalas, se entiende...) e incluso cuando no la tengo.
ResponderEliminarHe entrado pensando en el artículo del año pasado el 8 de marzo, "La mar de mujeres y Alfonsina". Cómo me impactó. Y el 2010 otro regalo, otra mujer que yo descubro hoy.
ResponderEliminarPues sí, Trapi, bastante silenciada -ésta y otras-han estado ya.
ResponderEliminarHojas de limón: je t'aime!!
profe ya he solucionado lo de mi blog!! era lo q me decias =) ¡¡¡¡GRACIAS!!! ^^
ResponderEliminarBss, Betty
hola soy un blogmaniaco de conchita me he hecho seguidor de tu blog por que me gusta mucho.
ResponderEliminarUn saludo del blogmaniaco de conchita
¡Hola, Nacho! Bienvenido, estoy muy contenta de que te guste el blog. Que sepas que eres el seguidor más joven. ¡Un abrazo, blogmaníaco de Conchita!
ResponderEliminarHola me llamo Delia, leí ese libro en 1.993 y me impactó. Me da fuerza de vez en cuando leer biografías de mujeres, me hace sentir bien y muy viva. Hace mucho mucho tiempo alguien un gran profesor, me dijo dibujas mejor que él, pero creo que si sigues con él no llegarás a nada en este ámbito. Me enfadé muchísimo creo que nunca lo volví a mirar igual.... hoy por desgracia le tengo que dar la razón. Él... mi marido ahora es profesor, un gran pintor y yo le ayudé a que terminara la carrera de BBAA, nunca se habló de que la pudiera hacer yo, vinieron las niñas, luego hacía falta el dinero y me puse a trabajar y ya está. Pero ahora somos parte de unas tertulias y cuando me toque de nuevo a mí la tertulia será de esa mujer MARÍA LEJÁRRAGA, porque su biografía me impactó, me ayudó... y porqué cuento esto, porque algún día se lo tenía que contar a alguien ¿no?
ResponderEliminarHola, Delia, bienvenida. Pues a mí me ha impactado tu exposión de sinceridad, la verdad. La historia de María, a la que admiro profundamente, es la de muchas mujeres que, por distintas circunstancias, han tenido que ocultar su talento. Espero que en tu caso puedas sacarlo fuera, de una forma o de otra. Un saludo, y encantada de que pases por aquí.
ResponderEliminarNo suelo escribir en blogs, tengo en favoritos alguno de amigos, la verdad grandes amigos, el tuyo por afinidad con María también lo pondré. Cuando era pequeña yo solía leer libros de segunda mano .... los solían dejar al lado de la basura, ... pero no creas impecablemente atados con un cordel... y yo no podía resistirme a que alguno se viniera conmigo. Esta afinidad con algo, con alguien... que comparta sentimientos parecidos a los míos ya me hace que sienta simpatía por él/ella y me hace sentir bien, me hace creer que estoy en el buen camino. Gracias. Ha sido un placer encontrarte buscando más datos de MARIA LEJÁRRAGA
ResponderEliminarLo mismo digo, Delia. Buscaré tu blog, desde el comentario no puedo llegar al enlace. Un abrazo.
ResponderEliminarimpresionante esta historia de las mujeres ocultas ,es cierto el dicho ,que detrás de un hombre siempre hay una gran mujer....
ResponderEliminarLa pena es que sigan estando detrás, querido anónimo...
ResponderEliminarMe gusta la vida de esta mujer,pero no dejaba de ser una burguesa,huyo en la guerra civil,como todos los ricos,habia que dedicarle un homenaje a esas mujeres anónimoas,que lucharon,en el frente y desde sus casas arriesgando su vida
ResponderEliminarconchi
Pues claro, Conchi, me parece un homenaje muy merecido. Lo que pasa es que en estos años es difícil por no decir imposible encontrar intelectuales o escritores fuera de la burguesía, y mucho menos mujeres. Un saludo, y bienvenida!
ResponderEliminarEn el 2003 tenía un blog donde visibilizaba mujeres y ella, como no; era una de mis más admiradas.
ResponderEliminarTambién admiro que hoy por hoy se premien artículos que visibilicen a las mujeres, antes ahora y siempre. En mis tiempos pasábamos desapercibidas entre los bloggers. Veo que hoy tb se ponen en valor con premios los blogs!!
Saluditos.
Noamanda con las mujeres en la sombra.