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¿Problemas para encarar el fin de curso? ¿Pesadillas con la prima de riesgo?
¿Erupciones cutáneas a causa de la hipoteca? ¿Ataques de risa floja, de
enamoramiento súbito? No te preocupes: los alumnos de 2º A nos dan la solución
con esta particular botica: se trata de unos prospectos que han elaborado
después de enterarse muy bien de qué son los textos instructivos y de recordar
otras formas de elocución como la descripción
y la exposición. ¿Quieres hacer como ellos? Pues esto es lo que debes
hacer:
a) Prestar mucha atención en clase. En cualquier momento, la profesora agarra una tiza de yeso o digital y planta un esquema en la pizarra que tú habrás de traspasar a tu cuaderno. Allí estará la clave acerca de cómo reconocer esta especie de textos que habita entre nosotros bajo cualquier forma.
b) Atender a las lecturas: vas a aprender cómo se monta la mesa Svökalen, cómo se hacen las patatas a la riojana, cómo debes aplicar una crema antiarrugas, cuál es el Reglamento de Régimen Interno de tu instituto, cómo se juega al chinchón o cómo deben subirse unas escaleras según el ilustre instructólogo Julio Cortázar.
c) ¿Ya estás inspirado? Pues, hala, a instruir...
Aitana e Iván Happynes
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Sabrosos textos instructivos (Leemos y compartimos)
La escritura para trabajar la tipología textual da siempre muy buenos resultados y es muy útil para integrar el estudio de diferentes cuestiones morfosintácticas o de otro tipo: tiempos verbales, determinantes y pronombres, conectores... Si a esto añadimos la creatividad de la que tienen que hacer gala los alumnos, tendremos un ejercicio completo.
ResponderEliminarMe han gustado mucho las pastillas, habrá que probar alguna.
Gracias por el enlace ;)
Es verdad; espero plantear más ejercicios así teniendo como referencia, por ejemplo, los tiempos verbales -muy útil cuando se tiene bastante alumnado de origen extranjero. Para trabajar las perífrasis, tomé como referencia tu decálogo. Hubo también textos muy creativos. Un abrazo, seguimos compartiendo ;).
ResponderEliminarMuy divertidas instrucciones, en las que el humor tiene un papel estelar. Nosotros nos centramos este año en las normas de uso de la biblioteca, dentro del Plan Lector, y también fue divertido. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarAntonio, una ventaja de ser profesor de Lengua es que, si quieres, puedes hacer del humor material curricular obligatorio. (Anda, me has dado una idea, con eso de las normas de uso de la Biblioteca... :)
EliminarNecesitamos recetas para encarar este fin de curso. Algo que alivie, doctor, este malestar existencial de aquellos que no saben su destino. Algo que apacigüe los ánimos de aquellos a los que les va a tocar corregir las pruebas de septiembre de los interinos que ya no estén en el centro. Algo que sirva de acicate para encarar un año que ser presenta duro, muy duro.
ResponderEliminarCarlota, perdona este desahogo.
Lu, estás en tu blog. Aunque sigamos adelante, publicando los trabajos de nuestros alumnos, dejando ver la cara más amable y fértil de nuestro trabajo, ese malestar existe.
EliminarComparto contigo todas esas incertidumbres y malestares generalizados. Un fuerte abrazo, compañera.
Me ha gustado mucho la idea y los textos. Nosotros nos decantamos por unos sabrosos textos instructivos que después cocinaron y nos comimos. Dan mucho juego estos textos. Enhorabuena! http://leemosycompartimos.blogspot.com.es/2012/04/sabrosos-textos-instructivos-2.html
ResponderEliminarAcabo de verlos: los he incluido, si te parece bien, a continuación del decálogo de "Entre libros" ¡Gracias por el enlace!
ResponderEliminarGracias por incluirnos, me parece genial :)
ResponderEliminarGenial la idea para usar textos instructivos, que son de lo más tedioso que hay. Te la copiaré, jeje. Y los resultados son geniales, muy imaginativos.
ResponderEliminarAlberto, hoy ordenando papeles me he encontrado un recorte viejísimo de periódico de Joaquín Vidal: "Manual para el perfecto taurino", todo ironía y humor, que enlaza con los decálogos que propone Virginia. ¡Ya se nos irán ocurriendo más cosas! :-D.
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