Botella al mar
El mar es un azar.
Vicente Huidobro.
Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles.
Contemplar las palabras
sobre el papel escritas,
medirlas, sopesar
su cuerpo en el conjunto
del poema, y después,
igual que un artesano,
separarse a mirar
cómo la luz emerge
de la sutil textura.
Así es el viejo oficio
del poeta, que comienza
en la idea, en el soplo
sobre el polvo infinito
de la memoria, sobre
la experiencia vivida,
la historia, los deseos,
las pasiones del hombre.
La materia del canto
nos lo ha ofrecido el pueblo
con su voz. Devolvamos
las palabras reunidas
a su auténtico dueño.
Merece la pena pararse a mirar y a escuchar esta escena de la película El cartero (y Pablo Neruda) , basada en la novela del escritor chileno Antonio Skármeta, Ardiente paciencia. Pero, antes de seducir a Beatrice, el mismo Mario cae hipnotizado por el mágico influjo de la poesía. ¿Quieres verlo? Pincha aquí.
(Dedicado a los jóvenes poetas cañadienses y a todos los que sienten el impulso irrefrenable de escribir, en el Día Mundial de la Poesía)
Muy interesante: InfoPoesía
Estupenda selección, Carlota. La novela de Skarmeta transmite como ninguna el enorme poder de las palabras para sentir y seducir.
ResponderEliminar"La poesía no es de quien la escribe, sino de quien la necesita", dice el cartero de Neruda. Espero que las nuevas leyes de propiedad intelectual tengan este principio presente y no sean severos con el uso de textos literarios en la blogosfera.
Un abrazo.
Qué preciosos poemas y qué preciosa película; de las que no decepcionan cuando has leído antes el libro. Me ha encantado recordarla.
ResponderEliminarMuchas gracias por traernos cosas tan bonitas Carlota, ha sido una delicia este ratito.
¡Vivan los poetas!¡Viva la poesía!
Esta es una de las películas más optimistas y a la vez más tristes que he visto. Te lleva todo el tiempo por un camino de inocencia y felicidad para al final darte un sartenazo en la cara. Pero también es de las más bonitas.
ResponderEliminarEl mar y Neruda, Neruda y el mar ¡y pensar que se mareaba cuando subía a un barco! Nunca he disfrutado más del mar como en Isla Negra, una de las tres casas chilenas del poeta.
ResponderEliminarBuen esprint final a tod@s, ya mismo estamos de vacaciones.
Yo también lo espero, Esther, si no, no sé que vamos a hacer...
ResponderEliminarLolaMu, Anónimo (¿veneciano?),es verdad que es una película maravillosa, y como tú dices, LolaMu, de las que no decepcionan, capaz de ser una obra excelente al margen de la novela.
Pedro, qué envidia me das...
¿Cómo reconocerse, cómo ser, cómo saber, mundo, de ti -de mí- sin este espejo o fuego, sin este rito mágico y solemne, enfebrecida isla, casa que me construye y edifica...? Celebrando la poesía, siempre. Abrazos.
ResponderEliminarAbrazos, Biblos. El puente inspira...(aunque a ti no te hace falta inspiración).
ResponderEliminarRetomando los versos finales, al igual que lo hizo Esther, pienso que ahora más que nunca el mundo tiene que hacer suya la poesía, pues vaya que la necesita. Excelente celebración para este día.
ResponderEliminarUn abrazo.
Completamente de acuerdo, Mª Eugenia. Como dice Biblos, ..."cómo saber, mundo, de ti -de mí-[...]sin este rito mágico y solemne" (Biblos, perdona el destrozo). Un abrazo.
ResponderEliminarMagnífica selección para un día tan especial, que no pude celebrar poéticamente y que, aunque tarde, puedo disfrutar.
ResponderEliminarGracias, Lu. Al placer de la poesía podemos ir y venir siempre que queramos, afortunadamente.
ResponderEliminarNo sé en Cataluña, aquí empezamos hoy a disfrutar de las vacaciones. Feliz descanso.