domingo, 4 de octubre de 2009

LO BUENO SI BREVE...


La literatura proverbial y sapiencial es tan antigua como el mundo. Aparece en las tablillas de cera de los pueblos que habitaron Mesopotamia y en ellas se recoge la experiencia y la sabiduría de un pueblo que quiere que permanezca su cultura milenaria hasta el momento transmitida de forma oral. Todas las culturas poseen estos testimonios de sabiduría, moral y sentido práctico que son enseñados a los más jóvenes para su formación.


"Un PROVERBIO es una sentencia moral y didáctica, generalmente de carácter culto. A diferencia del refrán, el proverbio comporta un cierto significado erudito o histórico que, según sea su origen, hace que se denomine de diferente forma. Si la sentencia procede del campo de la ciencia, el proverbio recibe el nombre de “axioma”, “máxima” o “aforismo”; si la sentencia parte de un personaje célebre, el proverbio es calificado con el nombre de “apotegma”. La definición de proverbio fue fijada en la Antigüedad clásica y expresada ya por Aristóteles, quien, en un pasaje recogido por Sinesio de Cirene, incluyó en ella cuatro conceptos: antigüedad, expresión de sabiduría, concisión y condicionante histórico de su contenido. La labor pedagógica y evangelizadora de los autores cristianos medievales que escribían en latín encontró en los proverbios la mejor herramienta, hasta el punto de que han sido contabilizados unos 40.000 por el investigador H. Walther. La mayor parte se sacaban de las Sagradas Escrituras –especialmente del Libro de los Proverbios– y de los autores populares con más arraigo popular, y se transmitían habitualmente mediante la predicación. No debe establecerse una separación para esta época entre los proverbios escritos en latín y los escritos en las lenguas vernáculas, tal como señaló ya Américo Castro después de descubrir y estudiar varios glosarios latino-españoles. Éstos muestran cómo los estudiantes escribían en sus cuadernos proverbios en latín y castellano, lo que permite afirmar que desempeñaban un importante papel en el aprendizaje de la lengua latina. La más antigua recopilación de proverbios en España es la titulada Romancea proverbiorum, elaborada h. 1350 por un estudiante aragonés. Pero la primera muestra de poesía gnómica en lengua castellana se debe a otro autor del s. XIV, el rabino Sem Tob de Carrión (Palencia), quien en sus Proverbios morales siguió tanto la tradición culta, sentenciosa, de la poesía sapiencial hebrea como la misma riqueza en refranes del saber popular castellano que utilizara el Arcipreste para su Libro de Buen Amor. El resultado es una poesía filosófica extraña en la literatura española y en la Castilla cristiana de aquella época, de un sereno y profundo escepticismo cargado de amor por el saber y por el propio esfuerzo intelectual. [...]

Debe señalarse, finalmente, la utilización conjunta de proverbios y refranes en famosas obras literarias de todos los periodos de la literatura española, como La Celestina y el Quijote, donde tienen una función esencial. Tal como señaló Menéndez Pelayo, las más de 240 sentencias presentes en La Celestina contribuyeron sin duda alguna al gran éxito popular de esta obra; y lo mismo cabe decir de las 263 incluidas en la magistral obra de Cervantes, donde éste teoriza, además, sobre la naturaleza del proverbio: “sentencia corta fundada en una larga experiencia”.


Fuente:
http://www.grupoenciclo.com/granenciclopedia/literatura/proverb.htm
Procedencia de la imagen

Yo, cuando pienso en "proverbios", no puedo evitar acordarme de Antonio Machado y de sus "Proverbios y cantares", de Campos de Castilla, de los que os ofrezco algunos (os remito a la página donde podéis encontrar el resto). Comparte con los bíblicos su brevedad y su tono sentencioso. Machado también utiliza recursos como las anáforas y los pararalelismos, tan sencillos como eficaces. Siempre, o casi siempre, menos es más.

I

Nunca perseguí la gloria
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabón.
me gusta verlos pintarse
desol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.

III

A quien nos justifica nuestra desconfianza
llamamos enemigo, ladrón de una esperanza.
Jamás perdona el necio si ve la nuez vacía
que dio a cascar al diente de la sabiduría

IV

Nuestras horas son minutos
cuando esperamos saber,
y siglos cuando sabemos
lo que se puede aprender.

V

Ni vale nada el fruto
cogido sin sazón...
Ni aunque te elogie un bruto
ha de tener razón.

VI

De lo que llaman los hombres
virtud, justicia y bondad,
una mitad es envidia,
y la otra, no es caridad

XVII

El hombre sólo es rico en hipocresía.
En sus diez mil disfraces para engañar confía;
y con la doble llave que guarda su mansión
para la ajena hace ganzúa de ladrón.

XXI

Ayer soñé que veía
a Dios y que a Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía...
Después soñé que soñaba



XXIII

No extrañéis, dulces amigos,
que esté mi frente arrugada;
yo vivo en paz con los hombres
y en guerra con mis entrañas.

XXIV

De diez cabezas, nueve
embisten y una piensa.
Nunca extrañéis que un bruto
se descuerne luchando por la idea.

XXVI

Poned sobre los campos
un carbonero, un sabio y un poeta.
Veréis cómo el poeta admira y calla,
el sabio mira y piensa...
Seguramente, el carbonero busca
las moras o las setas.
Llevadlos al teatro
y sólo el carbonero no bosteza.
Quien prefiere lo vivo a lo pintado
es el hombre que piensa, canta o sueña.
El carbonero tiene
llena de fantasías la cabeza.

XXIX
Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay caminio,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.
XLI
Bueno es saber que los vasos
nos sirven para beber;
lo malo es que no sabemos
para qué sirve la sed.
XLIX
-Nuestro español bosteza.
¿Es hambre?¿Sueño?¿Hastío?
Doctor,¿tendrá el estómago vacío?
-El vacío es más bien en la cabeza.

4 comentarios:

  1. Siguiendo la sentencia de "Lo bueno, si breve, dos veces bueno" , que buena entrada y que poema tan bonito leído o cantado.

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  2. Preciosa entrada, Ana. Un gusto releer a Machado a través de ti.
    Besos.

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  3. Si es que donde estén los clásicos...

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  4. Cortadillo09:54

    Aquí va un proverbio japonés: "Estudiando lo pasado se aprende lo nuevo". Ánimo a todos con Hipólito.

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