El pasado viernes 28 de marzo tuvimos el inmenso placer de recibir a Guillermo Heras en nuestra Biblioteca, en exclusiva para nuestros alumnos de 4º de ESO. Heras venía en representación de la Asociación de Autores de teatro, que ofrece estas visitas a los centros de secundaria para dar a conocer a los alumnos los entresijos de esta profesión.
Guillermo, que tiene un talante cercano y amabilísimo, nos contó cómo su afición por el teatro nació de su desapego a las matemáticas. Un curso dedicado a recuperar las matemáticas de 5º y 6º le llevó a participar en un grupo de teatro en que participaba una compañera de clase. Y hasta hoy.
Fue una delicia escuchar cómo eran esas giras de Tábano, esa nueva manera de hacer teatro tan alejada del teatro comercial al uso, en la que todos eran escritores, escenógrafos, directores de escena...Supongo que a los alumnos les sorprendería mucho saber cómo era eso de la censura, tan grotesco como que en una representación de La Marquesa Rosalinda el censor instaba al "autor llamado Valle-Inclán" a personarse ante las autoridades por esa desafortunada frase "¡Muera la aristocracia!" que aparece en la obra.
O cómo el público estaba deseoso de recibir desde el escenario mensajes "encriptados" o consignas, como esa frase inocente durante la representación de La ópera del bandido, de Bertold Brecth, en Bilbao, en 1975, y el público, ávido de descifrar mensajes crípticos que se lanzaban desde la escena -la mayoría de las veces inconscientemente-, gritaba y aplaudía el momento en que se anunciaba la muerte del personaje Francis...
O las tristes ocho entradas que se vendieron de la primera representación en el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas (la Sala Olimpia, un antiguo cine "pipero" en el corazón de Lavapiés) con Heras como director.
Tras la pausa del recreo que, entre cafés y magdalenas, pasamos hablando de teatro (que si La vida es sueño, de Helena Pimenta y el trabajo de Blanca Portillo esto o lo otro; que hay que ver la proyección que tiene Juan Mayorga, que venga que ya es hora de subir...) los alumnos tuvieron oportunidad de hacerle preguntas a Guillermo sobre su actividad teatral en particular (actualmente está volcado en el proyecto Iberescena) y sobre el teatro en general: dónde formarse para ser actor o director de escena...cómo esquivaban a la censura durante las representaciones, su trayectoria como director de la Sala Olimpia -y sus dimes y diretes con el sin par crítico teatral Eduardo Haro Tegglen.
Heras traía un vídeo con su montaje sobre Nosferatu, de Francisco Nieva, por el que le otorgaron el Premio Nacional de Teatro en 1994, (que no pudimos ver por problemas con el reproductor), y otro de su obra Muerte en directo, representada en México en el Teatro El Granero por la actriz Zaide Silvia Gutiérrez.
Guillermo se despidió con el deseo, que compartimos, de volver en otra ocasión a Las Musas para seguir hablando de teatro.
Nosotros nos fuimos a clase, a comentar la visita y a leer La casa de Bernarda Alba (las clases -o el show, según se mire- must go on).
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