domingo, 2 de diciembre de 2012

LA VIDA ES SUEÑO...Y TEATRO

Procedencia de la imagen

Hace tiempo contábamos en este blog cómo el príncipe Carlos, primogénito de Felipe II, encerrado por su padre por si se le ocurría rebelarse contra Su Majestad, había sido motivo de inspiración para Schiller, el poeta y dramaturgo alemán  para su drama Don Carlos.  Ayer, el mismísimo rey Basilio nos confesaba en una charla que tuvo lugar  tras la  estupendísima representación de La vida es sueño en el Teatro Pavón de Madrid, que el gran Calderón pudo inspirarse en este episodio para encerrar en una torre a su Segismundo. Desde luego, ambos reyes tenían en común, además de esto, su amor por la ciencia y la cultura, su catolicismo fervoroso y una inquebrantable creencia en los astros. 

Yo no sé si verdaremente Calderón se inspiró o no en este asunto, pero si lo dice el rey Basilio (rey dos veces, si atendemos a la etimología de "basileus"), me basta. Joaquín Notario, que fue Segismundo en otro montaje dirigido por Calixto Bieito hace algunos años, y que imperdonablemente me perdí, forma parte de un elenco que está a la altura del magnífico texto que tenían por delante. 

Que Segismundo es Blanca Portillo se te olvida en cuanto entra en escena al oír las voces de una Rosaura  vestida de hombre, quien tras un largo viaje acompañada del "salao" de Clarín llega a estas peñas donde se encuentra la torre (aquí cueva en el foso) en la que está encerrado el desdichado de Segismundo.
Cuando Segismundo está a punto de matarla, aparece Clotaldo, el único ser humano que ve Segismundo, quien le da de comer y le ha instruido en todo lo que sabe, y que a su vez es el padre de Rosaura, aunque ella aún  no lo sabe.  Este lo descubre al hacerse con la espada que lleva su hija, -que cree hijo-, y que ya motiva uno de los primeros soliloquios en los que los personajes expresan su mar de dudas interno entre el deber y el querer. Rosaura ha llegado a la corte de Polonia tras los pasos de Astolfo, quien le prometió amor,  pero la abandonó para pugnar por la sucesión al trono del rey Basilio.

Mientras tanto, el rey Basilio reúne a su corte y a sus sobrinos, Estrella y Astolfo, hasta el momento únicos herederos, y les confiesa que tiene un sucesor natural, un hijo a quien encerró en una torre porque los astros predijeron que se rebelaría contra él y le quitaría el trono. Basilio decide sacar a su hijo de su encierro -narcotizado, para que no sepa qué pasa- y llevarlo a palacio para ver si se cumple el horóscopo o no. Ya hemos asistido en las primera escenas al primer monólogo de Segismundo, en el que expresa su desazón, su incomprensión  porque cualquier bestia vil goza de más libertad que él :

En llegando a esta pasión, 
un volcán, un Etna hecho, 

quisiera sacar del pecho 
pedazos del corazón.
¿Qué ley, justicia o razón, 
negar a los hombres sabe 

privilegio tan süave, 
excepción tan principal, 
que Dios le ha dado a un cristal, 
a un pez, a un bruto y a un ave?


Segismundo no da crédito cuando al desertar se encuentra en un palacio, rodeado de atenciones. Se comporta de manera despótica, llega incluso a arrojar a un criado por la ventana, pretende forzar a Rosaura y matar a Clotaldo...Todo le parece poco para vengarse del tiempo que ha pasado encerrado. Su padre decide narcotizarle de nuevo y devolverle a la torre: el horóscopo se ha cumplido. Estrella y Astolfo se casarán y le sucederán en el trono. Mientras tanto, Rosaura se ha encontrado con Astolfo y este la ha reconocido. Rosaura vive en la corte como Astrea: se ha hecho pasar por sobrina de Clotaldo y es una doncella de Estrella. 

Cuando Segismundo se ve recluido de nuevo en su encierro, Clotaldo le hace creer que todo ha sido un sueño, y aquí nos encontramos a un conmovedor Segismundo, desolado por haber soñado que un día fue libre y príncipe y sin embargo, por haberse comportado de manera tiránica y cruel. Tiene después lugar el famosísmo segundo monólogo: un Segismundo  abatido que reflexiona acerca del sueño fugaz que es la vida ("una sombra, una ficción"). Como decía Blanca Portillo en la charla posterior, es difícil enfrentarse a un texto del que todo el mundo conoce algo y que casi se recita con cantinela. A  mí me parece que lo saca adelante de manera excelente, natural y muy creíble desde la piel del hombre condenado al encierro, que una vez se rebeló pero que ahora parece aceptar por la fuerza de la costumbre. 

Lo que no sabe Segismundo es que de nuevo va a despertar: esta vez va a ser el pueblo quien, conocedor de que existe un heredero natural, no consiente en que sea un extranjero quien le gobierne. Una dura guerra enfrentará al padre y al hijo. Rosaura se une al bando de Segismundo para vengarse de Astolfo y recuperar su honor. ("Mujer vengo a que me valgas/ en mi agravio y mi congoja,/Y varón vengo a valerte con mi acero y mi persona"). Aquí, en este juego tan barroco de la dualidad y de la antítesis, pienso que es un acierto que Segismundo sea encarnado por Blanca Portillo.

En la batalla muere Clarín, y el rey parece decidido a rendirse, y así lo hace postrándose a los pies de su hijo, que es proclamado vencedor. Pero el hijo esta vez no se muestra soberbio, sino a merced del padre. Ha aprendido la lección y se muestra prudente y sabio. Tanto, que ejerce como rey reparando la honra ofendida de Rosaura mediante su casamiento con Astolfo (pero ¡ay!, la sangre plebeya es obstáculo, pero ahí estará al quite Clotaldo para dar fe de la nobleza de su hija...) y la de su prima Estrella casándose con ella. 

Porque así acaban todas las comedias españolas: en boda, que no es necesariamente final feliz...Aquí se marcha una corte cabizbaja y cansada, como el mismo Segismundo, que nos mira pensativo mientras cierra la puerta de un palacio que me recuerda constantemente a El Escorial...(hoy las figuras negras que se pasean por el palacio son los guías, ellos y ellas enfundados en gruesos, largos y filipescos negros abrigos de lana)

Pedro Calderón de la Barca, madrileño como Lope, vecino también de la calle Mayor (Lope nació allí), y como él de ascendencia cántabra y fértil dramaturgo, publicó La vida es sueño el mismo año de 1635 en que El Fénix moría en Madrid despedido por un pueblo que lo adoraba. Calderón, al que le tocó vivir ese siglo de decandencia política y moral que fue el reinado de los  "Austrias menores", toma el relevo de un género, el de la comedia española, que sustenta y perfecciona. No voy a entrar en los distintos niveles de lectura que tiene el texto, todos muy profundos, y de tintes filosóficos, religiosos, políticos, éticos... Ni a insistir en el milagro que es el verso de Calderón. Solo que a mí me sigue pareciendo un prodigio (como el mundo) que una compañía de cómicos, (¡y de músicos maravillosos!)  sea capaz de darles tanta vida y humanidad a unos versos tantas veces leídos y escuchados.

(¡¡Pssst!! Olvidábaseme decir que  a esta estupenda velada me acompañó el okupa, que no pestañeó, como tampoco lo hizo el hijo de mi amiga Cristina. Si estas dos criaturas aguantaron dos horas de Calderón en vena sin signos visibles de desesperación, habrá que felicitar a la directora, Helena Pimenta, que tan buenos ratos nos ha hecho pasar en otras ocasiones).


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12 comentarios:

  1. Qué estupenda reseña, Carlota. Solo con leerte ya entran ganas de ir a ver la obra. Es muy interesante además el estudio de Evangelina Rodríguez Cuadros que nos has enlazado. Me ha gustado mucho, además, releer tus entradas antiguas sobre Calderón...Hay que ver lo que llevas trabajado, compañera...
    Montón de besos. Nos vemos mañana :)

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    1. Muchas gracias, Loliña :) Disfruté mucho: espero no perder nunca la capacidad de asombro que a estas alturas (ya vamos teniendo una edad) me produce el teatro. Un beso y hasta mañanica.

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  2. Me temo que a esta singular ínsula que es Cataluña no llegará nunca esta versión del clásico. Y lo siento, Carlota, porque este año entra en las lecturas de selectividad. ¡Qué prodigio tener a tu alcance clásicos en castellano! La semana que viene empezamos la lectura del texto calderoniano. Los distribuiré en círculo y leeremos los distintos personajes. Estará bien, pero será un pálido reflejo de lo que sería esta representación a que aludes. Tan barroca, tan densa, tan ideológica y tan fructífera termina pasando su dificultada y siendo recibida con facilidad por los alumnos de bachillerato como han terminado entendiendo en buena medida El Quijote en una versión mutilada que han leído.

    Hace tanto tiempo que yo tampoco voy al teatro…

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  3. Joselu, la podrás ver en el Lliure entre el 7 y el 17 de marzo, según el calendario de giras de la compañía. Poco me parece para una ciudad como Barcelona, pero ojalá puedas verla.
    Ya hemos hablado otras veces de esto: es una suerte tener tan cerca el acceso a este y a otros textos (hay otros inconvenientes de esta cercanía y otros peajes, pero esa es otra cuestión...)Las lecturas en clase -tan sencillo, solo el texto y nosotros- son uno de los mejores recursos de que diponemos para acercar estos textos maravillosos a nuestros alumnos. Yo, si pudiera, no haría otra cosa que leer, y ya vendría lo demás de añadidura, pero no es posible, y menos en estos tiempos que corren tan afines a lo instructivo y a lo útil. Un abrazo, Joselu, encantada de charlar contigo una vez más.

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    1. Me he alegrado de saber que la compañía recalaba en Barcelona. He ido a ver la programación del Lliure. Precio de las entradas 30 €. Con un 15% de descuento para estudiantes 25,80. ¿No es una vergüenza? No es Wert el único sinvergüenza, desgraciadamente no lo es.

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    2. Totalmente de acuerdo. Sobre todo porque si entras en la página del Lliure dice literalmente en su presentación: "Desde entonces, la voluntad de entender el teatro como un servicio público partiendo del derecho democrático del ciudadano de acceder indiscriminadamente a la cultura, con una actitud de compromiso ético y estético vinculada al presente y una concepción del teatro como “arte”, es decir, como una “artesanía”, ha transitado los 35 años de historia del Teatre Lliure." No entiendo cómo no hay más facilidades para los estudiantes. Bueno, sí, debe ser que en el fondo no nteresa mucho fomentar ciertos gustos. Es más fácil dirigir a las masas el fin de semana al centro comercial, al botellón o a la macrofiesta de turno. Comparto tu indignación, Joselu. Un abrazo.

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  4. Creo que Calderón, aparte inspiraciones históricas recientes, recibe una vieja herencia, la del príncipe encerrado, bien para protegerlo, como en el caso de Sidharta, luego el Iluminado, bien para impedir su acceso a la sociedad y por tanto al trono. De princesas encerradas en torres también hay abundantes ejemplos en toda la tradición indoeuropea.Es un viejo tema, desde luego, que no es sino metáfora de la iniciación y recuerdo histórico de los procesos de ingreso en la vida adulta. Hay un libro que quizás conozcas, "Las raíces históricas del cuento" de Propp, que habla de estos príncipes encerrados en el primitivo mundo indoeuropeo. "La vida es sueño" sigue siendo una maravilla, un artilugio teatral extraordinario, una enorme belleza arquitectónica.
    Hablando de lo mismo que Joselu, no creo que esto llegue a Murcia, aunque últimamente se está haciendo un poco de mundillo teatral con la apertura del Teatro Romea y del Teatro Circo. Si así es, ya te contaré.

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  5. Clares, a mí esa influencia legendaria que citas es de las que más me gustan. Sí conozco el libro de Propp, y me encanta, porque me fascina la influencia del folclore y de lo popular en la literatura culta, así como comprobar qué parecidos somos los seres humanos de todas las partes del planeta: tenemos los mismos miedos, los mismos anhelos que reflejan estas narraciones. Por eso me gusta tanto, por ejempplo, el teatro de Shakespeare, por esa capacidad de hacer propio lo que ya circulaba por ahí. Y por supuesto, totalmente de acuerdo contigo en considerar una maravilla esta obra: puro teatro, al margen de las servidumbres que tenía Calderón como hombre de su época y de su posición. Ya nos contarás, ya, qué se cuece por allí. Un abrazo.

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  6. Querida Carlota:
    Maravillosa reseña de esta gran obra, cómo se antoja poder disfrutar de esta puesta en escena que seguramente tiene al espectador con la piel de gallina durante toda la obra.
    Los comentarios que ha suscitado esta entrada enriquecen tu trabajo, siempre completo, siempre inteligente.
    Un fuerte y cariñoso abrazo.

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    1. Mª Eugenia, muchas gracias por esos buenos ojos con que ves lo que se escribe por aquí. El lujo son vuestros comentarios y vuestro interés por pasar por aquí. Un beso enorme.

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  7. Al hilo de lo que comenta Joselu, he de decir que el teatro se está convirtiendo en un placer prohibido no solo para los alumnos, sino para muchas familias que tenían a bien ir a determinada funciones con sus hijos. El coste actual es excesivo. La indignación es mayúscula.

    Por cierto, Blanca Portillo es una actriz de una calidad indiscutible.

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  8. Pues sí, Lu, yo misma. Me puedo permitir el día del espectador y el abono de los teatros nacionales (9,6 la obra), una entrada a precio normal es un lujo ocasional. Desde luego, no es un espectáculo familiar, aunque hay algunas iniciativas loables, como la de la CNTC, que estrena ahora en Navidad una versión de "El gran teatro del mundo", en tono de comedia musical, dirigida al público familiar por 6 € niño y 12 € adulto. No sé qué tal estará, pero está muy lejos de los precios desorbitados de este tipo de espectáculos. Creo que no interesa que el teatro sea accesible. Un abrazo.

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