MUERTE
A Isidoro de Blas
¡Qué esfuerzo!
¡Qué esfuerzo del caballo
por ser perro!
¡Qué esfuerzo del perro por ser golondrina!
¡Qué esfuerzo de la golondrina por ser abeja!
¡Qué esfuerzo de la abeja por ser caballo!
Y el caballo,
¡qué flecha aguda exprime de la rosa!,
¡qué rosa gris levanta de su belfo!
Y la rosa,
¡qué rebaño de luces y alaridos
ata en el vivo azúcar de su tronco!
Y el azúcar,
¡qué puñalitos sueña en su vigilia!
y los puñales,
¡qué luna sin establos, qué desnudos!,
piel eterna y rubor, andan buscando
Y yo, por los aleros,
¡qué serafín de llamas busco y soy!
Pero el arco de yeso,
¡qué grande, qué invisible, qué diminuto!,
sin esfuerzo.
Federico García Lorca
Poeta en Nueva York
Casi con la cadencia de un ritual, volvemos un año más -y van cuatro- convocados por Antonio Solano a celebrar ese encuentro feliz que fue el homenaje a Luis de Góngora preparado por ese grupo de poetas tocados por el don y la gracia que fueron los del 27. Fue en diciembre y en Sevilla, y hoy, 85 años después, seguimos el homenaje en la red. Mi propósito era no repetir poeta pero, una vez más, vuelvo a Lorca, esta vez con ese poemario fascinante y enigmático que es Poeta en Nueva York. La obra tiene diez secciones, y este pertenece a la VI, Introducción a la muerte, que lleva el subtítulo de Poemas de la soledad en Vermont.
La novedad de este año para mí ha sido convocar a algunos de mis alumnos a participar en twitter, esta misma mañana. Nos ha servido para conocer a algunos poetas y poemas del grupo, para recorrer sus versos y para elegirlos para los "tuits". Para algunos, incluso, ha sido su estreno en esta red, que espero tengamos otras ocasiones de utilizar este curso. Para mí, una ocasión más de dejarme sorprender por sus elecciones y sus gustos.
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