jueves, 26 de mayo de 2011

LOCA SINFONÍA

Procedencia de la imagen

-Extraño día, don Roberto.
-Y que lo diga, don Pancracio, no había visto tal lluvia de peras desde el siglo xx.
y así era, efectivamente, las peras caían de los olmos, las nubes se arrastraban trsitemente por la acera, y una  ardilla se asomaba por la ventana del octavo piso de un rascacielos de diez plantas. Pero, obviamente, eso no era lo que estaba fuera de lo común, lo que llamaba la atención de nuestra peculiar pareja; era un suceso que acaecía detrás de una verja. Se levantó, salió corriendo, haciendo el armonioso ruido de sus tacones de pino. Miró arriba, miró abajo, de izquiereda a  derecha, y decidió bajar a comprobarlo. Don Roberto, para no ser menos, cogió su paraguas, se quitó sus zapatillas para mirar  el reloj, y se atusó el pelo de su bigote pintado para no quedar rezagado. Al llegar abajo y encontrar a Don Pancracio recibiendo insistentemente dinero de un vagabundo, salió dando gritos para pasar desapercibido. Una vez ya fuera fue a topar con una papelera, y para su completo horror comprobó cómo había sido depositada  una bolsa en ella. Intentando apartar tan repelente imagen, arrastró sus pies por la floreciente mata de objetos ya usados y, como debía ser, una vez ya usados, arrojados al viento para que formen parte del pintoresco panorama.


Don Roberto, después de rechazar por cuarta vez el dinero de aquel hombre, miró a los dos lados, se apartó del paso de cebra y cruzó a todo correr las dos calles; saludó a doña Carmen con un movimiento de cabeza y volvió manos a la obra on su cometido. Pasaron las horas, una, dos, tres, hasta que don Pancracio volvió a acordarse de aquelle que le había llamado tanto la atención. Aquello no podía esperar, pero no podía acudir sin don Roberto, su gran e inseparable enemigo, con el cual comentar esa cosa que todavía le hacía hervir la sangre. Miró a todos lados hasta encontrarlo, y tras dos cabezazos propinados sobre su hombro, partieron a toda prisa hacia aquel rincón. A medida que transcurría su camino, crecía su incredulidad. Se sucedieron farolas apagadas en pleno día, coches respetando las normas, forofos de dos equipos distintos, que aun sin conocerse de nada estaban en la misma calle sin ningún herido, ¡incluso vieron algún político cumpliendo su palabra! Se pellizcaban el uno al otro, incrédulos ante tal estampa; torcieron dos esquinas más y llegaron a su destino. Agarrándose el uno al otro para contener sus crecientes náuseas, contempalron una horrenda pared que les producía escalofríos ante la falta de firma de algún artista. Pero lo que realmente les dio un para al corazón fue contemplar a dos niños sentados en esa pared, compartiendo, ni más ni menos que un bocadillo.


Ya caído el mediodía y dispuetos a irse a dormir, comentaron mirándose los pies:
-¡Dónde se ha visto semejante fechoría, solo aquí, ya se lo digo yonque en otros lados es impensable.
-Es algo que no se puede seguir consintiendo, dos niños compartiendo, válgame Dios.
-Si ya le dije yo a usted, este mundo se está volviendo loco, semejantes tonterías solo se veían hace muchos años.
-Menos mal que todavía queda gente con sentido común  como usted, don Pancracio.
-Y que lo diga, don Roberto, y que lo diga.


Daniel Jiménez Asensio
2º Bachillerato A
1º premio prosa
Categoría A

3 comentarios:

  1. Madre mía, ¡pero qué pedazo de escritores tenéis en tu instituto! Sus trabajos son impresionantes, y más si tenemos en cuenta que la mayoría de los adultos no serían capaces de escribir ni siquiera dos líneas decentes. Tenéis que estar orgullosísimas de vuestros alumnos. ¡Enhorabuena a todos los premiados! Seguro que alguno se acaba dedicando a las letras profesionalmente.

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  2. Querida Carlota:
    Debes estar orgullosísima de los chicos que participaron.
    Excelente relato. Bien merecido ese primer lugar.
    Felicitaciones a Daniel Jiménez.
    Un abrazo muy cariñoso para todos.

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  3. Virginia, Mª Eugenia: lo estamos, y mucho. Apreciamos mucho su interés y su creatividad. No dejan de sorprendernos. Muchas gracias por valorarlo también vosotras, espero que les lleguen vuestras felicitaciones. Un fuerte abrazo para las dos.

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