jueves, 3 de diciembre de 2009

FRANKENSTEIN

(Procedencia de la imagen)


Esta criatura a quien presta su rostro el gran Boris Karloff, se gestó un verano de 1816, a raíz de una fructífera visita que el poeta Percy B. Shelley y su esposa Mary realizaron al otro maldito del Romanticismo inglés, Lord Byron, quien se encontraba en su casa de Suiza. Como un juego, Byron retó a sus invitados a que escribieran una terrorífica historia. Mary escribió la novela Frankenstein y Polidori, el médico personal de Byron, un relato llamado "El vampiro". Así, Mary Shelley sentó las bases de la novela de terror que desarrollarían magistralmente, entre otros, autores como Allan Poe (La narración de Arthur Gordon Pym), Bram Stoker (Drácula), Óscar Wilde (El retrato de Dorian Gray), R. L. Stevenson (El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde) o Henry James (Otra vuelta de tuerca).


Se trata de una narración a distintas voces : las cartas de Robert Walton, el intrépido explorador que viaja hacia el Polo Norte y que encuentra a la extraña criatura y a su creador (entre tanto, el hielo cruje y grandes témpanos flotan a la deriva); Víctor Frankenstein, el hombre que quiso ser Dios y que, preso del fervor cientifista de sus días, trabaja incansablemente en dar vida a un cuerpo muerto hecho de retazos: ojos, brazos, piernas, corazón, piel...Espantado de su propia creación, escapa de su ella; y también el propio monstruo, quien en el encuentro con su artífice cuenta su vida desde que tuvo consciencia hasta ese momento en que se enfrentan cara a cara.

El tiempo de la narración también se cruza con la doble perspectiva del creador y de la criatura: conocemos las desgracias que se producen en la vida de Víctor Frankenstein y después, desde el punto de vista del monstruo, cómo tuvieron lugar. El engendro se revela como un ser sensible a la naturaleza, a las palabras (le emociona escuchar El paraíso perdido, de Milton, en labios humanos), a la música... Siente una enorme curiosidad por aprender y ansía con todo su corazón remendado afecto y calor ajeno. Vamos, que nos parecemos mucho al terrible ente que, privado de todo esto y condenado a sentirse rechazado por una mostruosidad que no ha elegido, se llena de ira y siembra el caos y el dolor por donde pasa.

Estos día atrás, en la clase de MAE de 4º ESO, hemos visto Remando al viento, la excelente película de Gonzalo Suárez premiada con seis Goyas, que recrea ese encuentro en Suiza del que hablaba al principio. Suárez traza una historia paralela a la creada por la autora en la novela pero, en este caso, el creador al que persigue el monstruo es ella misma, víctima de su propia imaginación. La película recrea magistralmente los hechos que vivió la propia autora y los suyos a raíz de esta visita: la muerte del hijo, de la hermana, de la primera esposa de Shelley y del mismo poeta tras salir a navegar. El agua como elemento recurrente y unas escenas que parecen sacadas de un cuadro de Turner o de Friedrich, hacen de esta película un instrumento imprescindible para sumergirnos de lleno, entre otras cosas, en el universo romántico (aunque a los alumnnos no les entusiasme tanto...pero eso es otro cantar...)


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10 comentarios:

  1. Película de culto, romanticismo en estado puro, una de las mejores maneras de acercarse a la estética de la primera mitad del siglo XIX. Se la pongo a mis alumnos siempre que tengo ocasión. Es un riesgo que merece la pena correr. Besitos.

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  2. Quería decir, "en ocasiones", pero es que la expresión "a veces" es de mis preferidas. Eso me ha llevado al error.

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  3. Hola, Carlota. Vengo desde el blog de Joselu, pero te conozco también del blog de Artes Escénicas, donde dejaste un comentario que te agradecí mucho, porque entra allí muchísima gente, pero pocos dejan comentarios, lo que me gustaría mucho, simplemente por saber qué matices aporta la gente a mi trabajo.
    Pues mira, me encanta el título de tu blog, porque yo también a veces leo libros, más bien, leo libros continuamente, que creo que es lo que tú haces y por modestia dices "a veces". Este libro que comentas para mí es un verdadero mito de mi juventud. Te añadiré que Bedford, un millonario norteamericano que estaba también en la reunión romántica aceptó el desafío y escribió una obra muy curiosa: "Vatek", creo que se escribe así, pero no recuerdo muy bien, que leí en su momento, tras intensa búsqueda, y que me encantó por su misterio y su imaginación desbordante. Saludos

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  4. ¿Salen los comentarios? Quizás los tienes moderados y no me he dado cuenta.

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  5. Biblos, yo también me empeño en ponerla, pero lo cierto es que sólo consigue enganchar a muy pocos alumnos...:(

    ¡Bienvenida, Clares! No sabía de la presencia de Bedford, gracias por el apunte. Es cierto que se agradece mucho que el visitante comente. Seguiré leyendo "Artes escénicas", me ayuda mucho con mi Teatro de 3º. ¡Un saludo!

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  6. Cortadillo20:49

    A mi tambien me encantó "Remando al viento" y me gusta mucho el romanticismo; ¡qué suerte tienen vuestros alumnos! Muchos besos.

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  7. Pues, querido Cortadillo, aunque te parezca mentira, algunos protestaron porque querían estudiar o hacer deberes y allí estaba yo "cortándoles el rollo" con la película :( Un beso.

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  8. Carlota, me encanta esta película. Siempre que tengo que explicar el Romanticismo la pongo a mis alumnos. Me da mucho juego para abordar todos los rasgos de este movimiento literario. Tengo sacadas un puñado de frases de la película que no tienen desperdicio.
    Siempre me he preguntado por qué no es posible encontrarla en DVD ¡si, como comenta Biblos, es una película de culto!
    Un saludo.

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  9. Pues existe, Esther, Biblos y yo damos fe...Un saludo.

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  10. Lamentablemente, tengo entendido que vuelve a estar descatalogada, pero existir existe. Saluditos.

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