Así que desde el aparcamiento de Navacerrada tomamos el camino Schmitd y, por la ladera norte de Siete Picos –y después de una subidita que seguro aumentó nuestros glóbulos rojos a cantidades de vértigo- llegamos a las praderas de Cerro Ventoso.
Desde allí tocó bajar hasta encontrar la carretera de la República, que nos condujo a las hermosas praderas de Navarrulaque; allí se encuentran el reloj solar de Cela, el árbol de Giner de los Ríos y la obra escultórica de Pablo Maojo, dedicada a los primeros caminantes de la Sierra de Guadarrama.
Desde allí llegamos al Mirador de los Poetas: no hace falta decir que las vistas que ofrece el Mirador Posada de Luis Rosales son impresionantes. Muy cerca de éste se encuentra el mirador de Vicente Aleixandre, y entre ambos la llamada Senda de los Poetas, en cuyas piedras se encuentran algunos versos de poetas que amaron y pasearon por estos parajes serranos.
Desde allí, un camino llano que lleva hasta el tramo final de la calzada romana que acaba en Las Dehesas, ya en Cercedilla.
Las excursiones a la Sierra de Guadarrama fueron actividades destacadas de la Institución Libre de Enseñanza. Giner de los Ríos era un amante de la Naturaleza y en concreto de esta sierra que también frecuentaron y cantaron Unamuno, Antonio Machado, Vicente Aleixandre, José García Nieto, Luis Rosales –famosas eran las veladas poéticas que organizaba en estos miradores que hoy le recuerdan-y Leopoldo Panero, entre otros. El aprovechamiento literario de la sierra no acaba aquí: resumo algunas recomendaciones del libro Paisaje y literatura en el Guadarrama. Propuestas de aprovechamiento didáctico de la Sierra de Madrid, de Teodoro Martín, Matilde Sagaró y Edurne Mendizábal (Centro Madrileño de Investigaciones Pedagógicas, 1993).
-El Marqués de Santillana: La Pedriza y Manzanares el Real (y de paso añado Buitrago de Lozoya)
-El Arcipreste de Hita en La Tablada (¡Es increíble la exactitud con que el Arcipreste describe la sierra!)
- El Escorial (Bosque de la Herrería): Unamuno, Azaña y Ortega y Gasset.
Muy recomendable también es Excursiones para niños por la Sierra de Madrid, de Javier Zarzuela Aragón (Madrid, Ed.La Librería, 2005)
Con motivo de la inauguración del Mirador de Vicente Aleixandre, el poeta Luis Rosales, (el próximo día 31 celebramos el centenario de su nacimiento) entonces Presidente Honorario de la Fundación Cultural de Cercedilla, participó en la inauguración del mirador con estas palabras:
"Muchas veces he oído una pregunta que es muy propia de nuestro tiempo, ¿para qué sirve la poesía? No es fácil contestarla; al menos, yo no sabría hacerlo con la debida precisión ni, desde luego, con la necesaria brevedad. Pero, además, no creo preciso hacerlo en este acto, puesto que la Fundación Cultural de Cercedilla ha formulado una respuesta sugerente al dedicar a Vicente Aleixandre este privilegiado Mirador.
Un poeta es, ante todo, un mirador del mundo; un poeta es una atalaya para ver la vida de una manera más bella, más patética, más concentrada y más serena. Ahora y para siempre desde este Mirador, levantado como un homenaje a su memoria, podremos ver el mundo con los ojos de Vicente Aleixandre. Es un hecho fundante, no lo olvidemos. Para todos aquellos que miran con atención y con amor, el mundo es una herencia. Vemos con ojos heredados. Quien no sabe que ha heredado sus ojos, ciego es. Entre el mirar y el ver hay muchos siglos de distancia, ya que el mirar es un fenómeno real y el ver es un patrimonio cultural. Nadie ve exactamente lo que mira. Miramos la realidad que tenemos ante los ojos, pero vemos, en cambio, lo que la evolución de las artes, lo que la historia de la cultura nos ha enseñado a ver. Por eso pienso que la pintura en la historia de la mirada del hombre y la poesía -como sabía muy bien Vicente Aleixandre- es la historia del corazón del hombre. Tanto nuestros sentimientos como nuestros ojos son un legado cultural y así seguirá siendo mientras existan hombres.
Aquí reside el gran acierto de este homenaje; no se hubiera podido encontrar una forma mejor para intentar devolver al poeta lo mismo que él nos dio. Si Vicente Aleixandre nos enseñó a mirar a muchos españoles -y desde luego a mi-, desde este Mirador los ojos asomantes podrán ver la extensión que nos rodea de una manera distinta y heredada, de una manera maravillosa, puesto que, en cierto modo, la estarán viendo con los ojos de Vicente Aleixandre: Y esto será un prodigio, naturalmente, pero también será una gran verdad.
Y ahora quedémonos callados para oír la voz de las cosas que nos rodean en las mismas palabras del poeta. Oigamos la voz de los ojos de Vicente Aleixandre" (Fuente: http://www.trotamontes.org/historiadelmirador.htm)
(Para ir a Navacerrada o a Cercedilla no hace falta coche, o sea, tú mismo: el tren de cercanías te lleva. Bocata, agua, versos, buena compañía y crees que una especie de Paraíso hecho pinar ha bajado a la Tierra. ¿Alguien da más?)
Qué día más interesante!, hace un tiempo estuve en Colliure en la tumba de Machado y tengo en mente si puedo el curso próximo ir con un 4 de ESO, aprovechando ir también a Carcasone, pero me imparcto ver la tumba llena de cartas y poemas, creo que les impactaría.
ResponderEliminarGracias por las ideas y las propuestas.
Besos.
Sí que lo fue, Jordi. Lo de Collioure es una excelente idea: no dejes de hacerlo si tienes oportunidad. A mí también me impresionó la cantidad de poemas, regalos, recuerdos que dejan los visitantes. Y el que siempre haya españoles visitando este pequeño cementerio. Cerca - quizá lo conozcas- hay un pueblo llamado Céret que fue lugar de encuentro de pintores: tiene un museo de arte contemporáneo maravilloso, con una sala dedicada a Picasso,que pasó una temporada por allí. Esa región de Francia es preciosa y sorprendente. Un beso.
ResponderEliminarCómo me ha gustado todo Carlota: tu relato de la excursión, los detalles de la senda, las fotos...pero sobre todo, lo que nos cuentas de los poetas y el texto de Luis Rosales. Desde luego la sierra enamora y engancha; engancha tanto como leerte, ¡cuántas cosas nos enseñas!
ResponderEliminarUn beso, artista.
En la transversalidad está el éxito. No es un eslogan muy ingenioso, pero encierra una gran verdad educativa.
ResponderEliminarDe una docente senderista
Ya lo creo que engancha: creo que pronto repetiré. Y enganchan comentarios como los tuyos, Lola MU,¡qué lujo!.
ResponderEliminarLu, ¡es que no se podía desaprovechar la ocasión! El próximo año, si podemos, haremos la del Arcipreste. Por lo general, se sorprenden mucho con los cantares de "serranas", así que supongo que "in situ" será estupendo (ya veo asomarse a Aldara desde las peñas :)
¡Qué bonita excursión y qué magnífica narración! Además, me has traído recuerdos de unas acampadas juveniles lejanas, a principios de los ochenta, en esa zona, cerca del sanatorio de la Fuenfría. Entonces, todavía no conocía las referencias literarias que has desgranado.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Antonio. Yo espero que a nuestros andarines tampoco se les olvide (¡No creo, todos los años salen a la sierra desde 1º de ESO! Algunos reniegan de las caminatas, pero otros vuelven maravillados) Un abrazo.
ResponderEliminarMi comentario de ayer no valía gran cosa pero, como parece que se ha perdido en el ciberespacio, lo reproduzco: ¡Qué envidia dais, cañadienses! Que quede constancia de que nos hubiera gustado estar en vuestro pellejo. Besos.
ResponderEliminarEfectivamente, se ha debido de perder (y no digas que tus comentarios no valen gran cosa, que son un potosí.)Y sí, lo sé, claro que damos envidia: dímelo a mí, al día siguiente bajo techo pensando que el día anterior había estado triscando por las dehesas de Cercedilla...
ResponderEliminarSi es que la cabra siempre tira al monte...
ResponderEliminar¡Preciosa actividad, a la par que muy aprovechada!
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy, pero que muy aprovechada, Conchita, ya lo creo. Un beso.
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