Como todos los años, con la primavera recién empezada, celebramos el Día Internacional del Teatro. Este año, de manera muy especial para mí porque hay que ver el trajín dramático que me traigo este curso.
En primer lugar, gracias a dos cursos, Acercamiento a la interpretación del teatro en verso (I y II), que además de ofrecer los (dichosos) créditos para la obligada formación del profesorado, ha resultado interesante, catártico, instructivo, divertido y utilísimo para las clases de Teatro (que este año no tengo) y, por supuesto, para las de Literatura. Que las clases fueran en la RESAD, ha sido la guinda que coronaba el pastel. Ha sido un auténtico lujo tener como profesores a Vicente Fuentes, asesor de verso de la CNTC, o Chelo García, por citar algunos. Si eres profesor de la Comunidad de Madrid y te gusta jugar...este es tu curso.
En segundo lugar, porque dirigidos y animados por mi compañero de departamento Teo Santurino, vamos a participar como colectivo teatral de profesores y alumnos (Colectivo Entremusas, grabaos bien el nombre que dará que hablar...) en un concurso de teatro que se enmarca I Festival de Teatro Grecolatino para la Infancia y la Adolescencia que organiza Prósopon. Tendréis puntuales noticias del estreno si llegamos a la última fase.
Por último, porque mañana, y para los alumnos de 4º de ESO, nos visita nada más y nada menos en el IES Las Musas que Guillermo Heras, hombre de teatro donde los haya, curtido en el teatro independiente, Premio Nacional de Teatro, director de la mítica Sala Olimpia (hoy Teatro Valle-Inclán) y secretario técnico de Iberescena. Heras viene representando a la Asociación de Autores de Teatro, que realiza una interesantísma (y desinteresadísima) labor en los institutos de secundaria ofreciendo visitas de dramaturgos con el objetivo de acercar a los estudiantes el texto dramático. Por supuesto, daremos cumplida cuenta de la visita.
A mí, como a Kani, con cuyas palabras me despido, me parece que el teatro es una experiencia que te puede cambiar, no sé si la vida, pero al menos la manera de afrontarla. A veces, hay más verdad sobre un escenario que en la vida temporal, ( y "peresçedera", que decía el amigo Manrique).
Me despido con las palabras de Bonsile John Kani, actor, director y dramaturgo sudafricano, escritas para el Día Internacional del Teatro Infantil y Juvenil:
Nací hace setenta años. Crecí en el distrito racialmente segregado de New Brighton, a las afueras de Port Elizabeth. La vida para mí y para muchos de mis amigos consistía en despertar y, si tenías suerte, ir a la escuela. Si no, te pasabas el día vagando por aquella barriada marginal, mirando cómo se desperdiciaba tu vida bajo el muy cruel sistema de segregación racial llamado en Sudáfrica, mi país, el Apartheid.
Un día, nuestra maestra de inglés nos llevó a ver una producción del Macbeth de William Shakespeare en la Casa de la Ópera en la ciudad de Port Elizabeth. Bullíamos de entusiasmo. Ah, pero no, no por ver la obra; era una oportunidad de ir a la ciudad. Era el viaje en el autobús lo que anticipábamos con deleite. Nos sentamos en el teatro, las luces se apagaron lentamente en la sala. Subió el telón y ocurrió la magia. Fue mi primera experiencia en un teatro de verdad. Desde ese día en 1958, mi vida ya nunca fue la misma. No entendí mucho de la obra, pero estar en aquel teatro me hizo sentir que yo era parte de la magia que sucedía en el escenario. No pude dejar de hablar de la obra y de la experiencia de ese día. Incluso, por un momento me olvidé del Apartheid, hasta me olvidé de que vivía en un arrabal en donde podías ver y oler la pobreza. Me sentía transportado a un mundo nuevo, no sólo el de mi imaginación, sino uno más grande lleno de posibilidades. Sé que la educación es una llave para todas las puertas. El teatro le abre la puerta a tu propia imaginación. Desde ese día, me prometí a mí mismo que alguna vez estaría en aquel escenario, relatando todas las historias que mi abuela nos contaba cada noche antes de dormir.
Llevar a un niño al teatro es un regalo que hace fuerte al niño, le da el poder de querer ser escuchado. Hace que el niño, o niña, crea que también tiene una historia que contar y que un día la va a contar.
Dr. John Kani
Escritor, actor, director.
Embajador Global de las Artes
Quizá también te interese...
Manifiesto del Día Mundial del Teatro 2014
Y ahora, ¿qué hago yo los lunes?
No hay comentarios:
Publicar un comentario