Diciembre vino silenciosamente,
estirando las noches hasta casi
juntarlas:
el alba a pocas horas de distancia
del crepúsculo lleno de tristeza,
y un mediodía sin sol,
un mediodía
de pájaros ocultos y apagados
ruidos,
con bajas nubes grises recibiendo
el sucio impacto de las chimeneas.
Diciembre vino así, como lo cuento
aquel año de gracia del que hablo,
el año aquel de gracia y sueño, leve
soplo de luces y de días,
encrucijada luminosa
de lunas hondas y de estrellas altas,
de mañanas de sol, de tardes tibias
que por el aire se sucedían lentas
como globos brillantes y solemnes.
Pero diciembre vino de ese modo
y cubrió todo aquello de ceniza:
lluvia turbia y menuda,
niebla densa,
opaca luz borrando los perfiles,
espeso frío tenaz que vaciaba
las calles de muchachas
y de música,
que asesinaba pájaros y mármoles
en la ciudad sin hojas del invierno.
Pájaros muertos, barro, nieve sucia,
lanzó diciembre sobre el año, y todos
abandonamos en silencio
su ámbito feliz, pisando indiferentes
los restos consumidos de sus cosas,
el envoltorio de sus alegrías,
dejándolo cubierto de papeles
y rotas luces,
oquedad sumergida
en decepción y desfallecimiento,
como la sala de un teatro, cuando
el telón cae, finalizando el drama.
De esa forma dejamos aquel año,
sórdido
recinto
manchado de recuerdos derribados
y deseos oscuros
y nostalgia
-y por qué no también remordimiento-
sin mirar para atrás,
de su agonía lívida a las puertas de enero.
Absolutamente precioso y evocador el poema de Ángel González.
ResponderEliminarCarlota, respecto a los clásicos, es cierto que si se han leido una versión abreviada en un futuro pueden no leer la completa, pero ya me daré por contento si se plantean leerla. Hay gran cantidad de clásicos, pienso que leyendo un par en tercero y cuarto no les quitará el gusto por ellos, al contrario, son la base de todo y les prepara a obras más modernas. De todas formas ya sabes que el tema de la lectura en la ESO es complicado.
Besos.
Desesperanzado y precioso el poema, Carlota. Diciembre, tan triste y gris como la vista que se nos ofrece hoy a través de la ventana y sin embargo hermoso en la voz de los poetas como A. González.
ResponderEliminarMuchos besos y muchas gracias.
He olvidado decirte lo bonita que me parece la fotografía de esos... árboles sin hojas del invierno.
ResponderEliminarJordi, Lola: sí, es un poco triste, aunque creo que hace juego con el paisaje...
ResponderEliminarJordi, es cierto, es una cuestión complicada lo de las versiones de los clásicos en la ESO. Es verdad que sólo el interés por acercarse a ellas es suficiente: sabemos que de todos nuestros alumnos quizá sólo unos pocos sentirán esa curiosidad por leerlos. A mí también me basta con que así sea. Como te dije, no conocía esa versión de Crimen y castigo que propones en tu blog y sí me parece muy interesante. Besos.
Gracias, Lola. Esos árboles sin hojas están en una senda que lleva de Colmenarejo a Villanueva del Pardillo. Al fondo, aunque no muy bien, se ve un poco la sierra, blanquita ya por la nieve de estos días. La "culpa" de traer aquí el poema de Ángel González la tiene M. J. RIZOS, que me citó unos versos del asturiano en la entrada anterior y me dieron ganas de leerle. Qué cosas. Un beso.
ResponderEliminarGracias por los versos de mi adorado paisano, Carlota. Siempre me encanta paladear a Ángel González en voz alta: sus versos son casi , casi, comestibles...
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, Trapi. Su poesía tiene efectos muy, pero que muy beneficiosos para la salud. Besos.
ResponderEliminarHacen juego con el paisaje y con el panorama un tanto desolador en el que se enmarca el paisaje. Con la crisis, con el caos, con el estado de alarma... Todo un poquito sórdido.
ResponderEliminarGracias por traer aquí a Ángel González, un verdadero regalo.
Besos.
No hay de qué, Biblos. Será que le echamos de menos. Un beso.
ResponderEliminarQuerida Carlota:
ResponderEliminarUn poema desconocido y un paisaje lejos del cotidiano para una habitante de la Ciudad de México, en donde el sol es generoso aun en diciembre, aunque el frío matinal y nocturno cala profundo. Sin embargo, toda la tristeza, los recuerdos amargos inundan la atmósfera y el arribo de enero no promete cambios.
Es un placer leerte, descubrir autores y obras.
Te mando un cálido abrazo.
Cayó en mis manos, por casualidad, el día 1 de diciembre (o el 30 del anterior, no recuerdo exactamente) mientras buscaba un poema de Ángel González en una edición de Palabra sobre palabra. ¡Qué cosas!, ¿verdad?. Abrazos.
ResponderEliminarQuerida Carlota Bloom:quiero ser CULPABLE más veces, de buscar y hurgar en los sentimientos,
ResponderEliminara través de la poesía.Gracias por culparme y no
perdonarme...Un Abrazo.
Otro para ti, M.J. RIZOS.
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