Fotografía de Gervasio Sánchez,
ganadora del
Premio Ortega y Gasset de Periodismo 2008
a la Mejor Fotografía)
En estos días de fervor futbolero por el Mundial, tenemos, al menos momentáneamente, muy presente a África. Por eso aprovecho no para hablar de fútbol (para eso ya están “los manolos” varios y diversos), sino de una preciosa y sobrecogedora trilogía del escritor sueco Henning Mankell que comprende los títulos El secreto del fuego, Jugar con fuego y La ira del fuego, editadas por Siruela. La protagonista es Sofia, una niña mozambiqueña que se enfrenta al terrible hecho de perder a su hermana Maria, a la que estaba muy unida, y sus piernas por culpa de una de esas minas antipersona que siembran los suelos de Mozambique después de años de interminables guerras. Sofia (sin tilde) busca un lugar en el mundo y se resiste a aceptar un destino marcado por el infortunio: aprende a vivir con sus piernas de palo; se enamorará y sufrirá tremendas decepciones por el amor; tendrá hijos y sentirá miedo por verlos enfermar y a la vez una dicha enorme por poderlos sacar adelante; conocerá de cerca la enfermedad, el miedo (es desoladora su estancia en el hospital tras la amputación de sus piernas), la gratitud, la amistad, la ilusión por nuevos proyectos – hereda de unos vecinos una vieja máquina de coser que le permite montar un pequeño negocio en su poblado- y aún le queda tiempo para pensar en la dura vida que le ha tocado llevar a Lydia, su madre. Y siempre, siempre, está ahí fuera de la casa el fuego, para poderlo mirar horas y horas después de un largo día; el fuego benéfico que le trae los espíritus de sus seres queridos, que le revela sabios secretos para dirigir su vida, que la hace soñar mientras ve cómo las llamas bailan, igual que bailaba ella... A pesar de nuestra posición de occidentalquenoconcibeunmundoquenosearregleagolpedeclicperoahora horrorizadoporquelsistemasevalgarete, Mankell nos hace sentir muy cercanos a esa niña que se siente privilegiada en el mundo porque puede llegar a la capital tras largas horas de autobús. Porque come todos los días. Porque vive de su trabajo. Porque sus hijos están –aún-sanos. Porque puede bailar con sus piernas de palo. Porque una vez amó y fue amada. Porque sabe lo que es la amistad. Porque tuvo una hermana maravillosa. Porque un día podrá poner electricidad en su cabaña. Porque siempre le quedará el fuego, fuente de paz y de sabiduría. Porque aún puede abrazar a su madre...
Del amor y del compromiso de Henning Mankell con África ya hablamos hace tiempo con El cerebro de Kennedy, una novela que trata el tema del SIDA y de su imparable propagación por el continente africano. De otra de sus trilogías para público juvenil, Viaje al fin del mundo, hablaremos en otra ocasión.
(Por cierto, ¿quién va ganando?)
No te pierdas...
Vidas minadas
Tal y como nos lo cuentas, dan ganas de ponerse a leer ahora mismo, Carlota. ¡Otro nórdico escribiendo sobre África! Qué bien que llegó el verano (el mejor tiempo para la lectura); yo, desde luego, tomo nota.
ResponderEliminarUn beso.
A mí me encantó, y creo que será una de las lecturas en las que emplee parte de "la pasta" del premio para la biblioteca. Un beso.
ResponderEliminarCarlota, el libro "Vidas minadas" llegó a nuestra biblioteca. Todavía recuerdo a Ana, una alumna, pasar las hojas con temblor. Cada página encierra una historia terrible.
ResponderEliminar"El secreto del fuego" ha sido un éxito de lectura entre alumnas de segundo de ESO. La historia, terrible, las ha conmovido.
Me alegra tener esa referencia,Lu: es una lectura que quiero proponer para el cuso próximo para 1º ó 2º de la ESO. Un abrazo estival.
ResponderEliminarPues tomamos nota, Carlota. ¡Ya huele a vacacioneeeees! Que tengas un buen final de curso, con sus memorias, sus reclamaciones, sus claustros, sus graduaciones, sus comidas de despedida... En fin, esas cosas. Abrazos.
ResponderEliminarIgualmente, Biblos. Junio siempre está ahí:)
ResponderEliminarGracias por las sugerencias. Elegiré un título de estos entre las lecturas de vacaciones.
ResponderEliminarEspero que te gusten. Esta trilogía es preciosa.
ResponderEliminarHola Carlota:
ResponderEliminarMe uno a los agradecimientos por esta recomendación. Habrá que leer estos libros y soltar las lágrimas, porque seguro que es imposible reprimirlas, bueno, por lo menos para mí que tengo corazón de pollo.
Por cierto, te dejé un pequeño presente en La Aldea, si tienes tiempo, échale un ojo.
Recibe un abrazo y felices y muy merecidas vacaciones.
Je, je, qué bueno eso de "corazón de pollo". Pues ahora mismo paso a verlo. Igualmente para ti, Mª Eugenia, un fuerte abrazo.
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