martes, 12 de febrero de 2013

LA LLAMADA DE LO SALVAJE

Procedencia de la imagen


Cualquiera que emprenda la arriesgada tarea de empeñarse en leer en la secundaria, sabe  que llevar al aula eso que podríamos llamar  "clásicos juveniles",  a veces se convierte en tarea de difícil desempeño. Una se debate entre acercar cualquier cosa que pueda atraer la atención de nuestros pupilos, o ponerse el delantal y ofrecer  algo más elaborado aunque sepa que a lo mejor el platillo se lo acaba comiendo una sola. Yo este curso, aprovechando que tengo un segundito pequeño, encantador y bien dispuesto, me he atrevido con una novelita que siempre me fascinó de Jack London: La llamada de lo salvaje. Decir que les ha enloquecido es cargar un poco las tintas, pero  han seguido la lectura con mucha atención y se han topado con pasajes impresionantes, que  han sido motivo de comentarios e interesante intercambio de opiniones. Se han dejado llevar al huerto frío y sin embargo emocionante que London nos muestra a través de los ojos de este Buck, aprendiz forzoso y aventajado a base de palo y garrote, atento a esa llamada atávica y poderosa que nunca, ni remotamente, soñó cuando vivía en la cálida finca de su amo el juez. 
Aquí quedan las tareas propuestas sobre la lectura y sus trabajos de creación. Hemos querido mirar  a lo salvaje o, al menos, a lo natural. Hierba que pisar, aire que respirar, agua que beber o viento que sentir. Que falta nos hace abrir las ventanas y orearnos un poco.

6 comentarios:

  1. London sabía muy bien de que hablaba, siguiendo la estela del Yukón. Parece que "solo" pasó un año buscando oro, pero las aventuras las recordó toda la vida.

    Saludos

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  2. Sí, y le cundió bastante...A mí me dan un poco de envidia estos escritores aventureros, por ambas cosas. Un saludo, Jaal.

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  3. Muy buenos trabajos, Carlota. Enhorabuena a la profe y a los chavales.

    Con respecto a lo que comentas de los clásicos, es complicado acertar con uno de ellos porque a los alumnos se les hace aburrido, complicado y totalmente alejado de sus intereses. Yo, algún año, lo intenté con alguna novela de Salgari y fue tal el fracaso que no he vuelto a repetir. Me alegro de que te hayas lanzado a la piscina y no te hayas ahogado.

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  4. Qué buenos trabajos. Felicidades.

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  5. Yo me he estrellado muchas veces, Virginia. Esta vez vi que dejaban un hueco y allá que me metí. Un abrazo, gracias por tu comentario :-)

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